Las llanuras ondulantes del Maasai Mara en Kenia albergan a los famosos maasai de capa roja, así como a algunos de los animales más carismáticos de la tierra.
Cuando quedó claro que COVID-19 destruiría la industria turística de los masai que viven en la impresionante Conservación de la Naturaleza de Nashulai, la tribu solicitó a Avaaz, un sitio web que conecta movimientos locales impulsados por personas, que tratara de organizar una llamada de respuesta para pedir ayuda.
Como resultado, 100.000 personas recaudaron dinero para ayudar a pagar los salarios de los guardaparques, asegurando que el corredor crítico de migración de elefantes de Nashulai permaneciera a salvo de los cazadores furtivos. El dinero también fue suficiente para asegurar el saneamiento y los suministros médicos y alimentos para la comunidad masai allí, para que pudieran sobrevivir a la tormenta COVID-19.
Alrededor de 3.000 personas viven dentro de los límites de la conservación de 6.000 acres, y otras 5.000 viven en comunidades aledañas en las aldeas tradicionales masai donde dependen principalmente de su ganado para obtener alimentos y dinero.
En 2016, Nelson Ole Reiyia y Margaret Koshal Reiyia colocaron un proyecto en Avaaz para convertir su hogar en Nature Conservancy. Los "avaazers" de todo el mundo aportaron corazones y billeteras para lanzar Nashulai Maasai Conservancy, una forma innovadora de ayudar a los maasai a mantener su forma tradicional de vivir de manera armoniosa con la tierra.
The Nature Conservancy creó una forma de atraer capital externo a la comunidad mediante la oferta de safaris y campamentos, así como casas de familia culturales y otros eventos.
Estos programas comunitarios brindaron oportunidades crecientes para la educación, establecieron una mayor seguridad alimentaria y de mercado, y las instalaciones sanitarias necesarias. Los masai son guerreros famosos, y la conservación estableció una fuerza poderosa contra los cazadores furtivos.
Los guardabosques profesionales y los jóvenes guerreros llamados "moran" que están entrenados en prácticas forestales, ahora sirven como "Los Guerreros para la Protección de la Vida Silvestre", controlando las poblaciones de animales y protegiéndose contra la caza furtiva. El moderno Maasai frente a COVID-19 COVID-19 ha puesto mucho de esto en peligro.
La infraestructura turística, de la que depende el 90% de todos los Nashasai Maasai para obtener ingresos, se ha derrumbado por completo. La biblioteca de la comunidad ha sido reutilizada como almacén de equipos médicos, y ha comenzado el racionamiento de suministros de alimentos como la harina de maíz y el aceite de cocina.
Con la ayuda de Avaaz, han podido pagar los salarios de estas personas e importar suministros médicos y sanitarios muy necesarios. "Hemos trabajado duro para crear esta conservación única, y queremos que esté allí para las personas en su momento de mayor necesidad", escribe Nelson Ole Reiyia en el sitio web de Nashulai. Las personas generosas aún pueden donar a sus actividades de lucha contra COVID directamente en el sitio web, que son contribuciones deducibles de impuestos para los Estados Unidos y Canadá.
