Para evitar el desenlace fatal de una niña de 11 años al ser atacada por un perro, varios testigos actuaron con gran rapidez en una calle en Londres para poner a la niña a salvo, dejando atrás el miedo y la perplejidad al interceder.
Esto ocurrió el pasado miércoles a primera hora de la mañana, donde la menor fue atacada repentinamente por un perro y este no dejaba de morderla. A pesar de los intentos de los transeúntes de frenar el ataque, no fue sino hasta la aparición de un taxista que la situación dio un giro.
El taxista se apresuró a ayudar a otro transeúnte para alejar, sin éxito, al animal, por lo que volvió al taxi cogió un bate del coche. Tras golpear al perro en sucesivas ocasiones, consiguieron rescatar a la niña, la cual fue trasladada de urgencia al hospital para ser tratada por una mordedura importante en su mano, la cual describen como heridas que “podrían cambiarle la vida”.
Al momento de llegar las autoridades a la zona, el taxista y otros transeúntes ya habían logrado liberar a la menor, pero con respecto al dueño del perro, se marchó rápidamente de la zona en vez de intentar ayudar a parar al animal.
La policía ha dicho que “no hay arrestos en este momento. Las investigaciones están en curso”.
