El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) ha anunciado la detención de ocho personas, cinco ciudadanos rusos y otros tres ciudadanos de Ucrania y Armenia, por la explosión en el puente que une la península Crimea con la Rusia continental el pasado sábado. La explosión costó la vida a tres personas y, además de daños en el puente, una infraestructura vital para Rusia, supuso un golpe psicológico y propagandístico contra Moscú en el marco de la guerra en Ucrania.
El FSB asegura que el atentado fue organizado por la inteligencia militar ucraniana y por su director, Kirilo Budánov. El aparato explosivo fue transportado desde Ucrania a Rusia vía Bulgaria, Georgia y Armenia, según la misma fuente. En total, doce personas han sido identificadas por su supuesta implicación en el ataque, según el comunicado del Servicio de Seguridad.
El FSB ha asegurado también que ha impedido otros dos atentados, uno en Moscú y otro en la ciudad de Bryansk, al oeste de Rusia.
Ucrania no ha reivindicado el ataque contra el puente, aunque sus dirigentes sí lo han celebrado, y ha descalificado como "absurdas" las alegaciones del FSB.
Según el FSB, el ataque contra el puente fue organizado por la Dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, bajo la dirección de Budánov.
"El artefacto explosivo estaba disimulado en rollos de polietileno para construcción contenidos en 22 palés con un peso total de 22.770 kilogramos", precisa el comunicado. La carga fue despachada a comienzos de agosto desde el puerto ucraniano de Odesa al búlgaro de Ruse, en el Danubio.
Desde Ruse, la carga fue enviada al puerto georgiano de Poti, en mar Negro, y desde allí, por tierra, a Armenia, donde cumplimentó los trámites aduaneros de la Unión Económica Euroasiática.
Desde Armenia el cargamento volvió a pasar por Georgia; el 4 de octubre entró en el territorio de Rusia por el paso montañoso de Verjni Lars y el día 6 fue descargado en un centro mayorista de la ciudad de Armavir.
El 7 de octubre, añade el comunicado, la documentación de la carga fue falsificada y se indicó una empresa inexistente en Crimea como la destinataria. Al día siguiente, cuando el camión que la transportaba circulaba por el puente, fue detonada.
Según el FSB, todo el seguimiento de la ruta de la carga con explosivos y los contactos con los participantes en la operación los llevó a cabo un agente de la Dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, que se identificaba como Iván Ivánovich.
Ucrania califica la investigación de "absurda"
El portavoz del Ministerio de Interior ucraniano, Andriy Yusov, ha declarado que "toda la actividad del FSB y del comité de investigación es absurda".
Tras el ataque al puente, Rusia ha iniciado una campaña de bombardeos de largo alcance contra Ucrania, que han afectado a sus infraestructuras militares y energéticas, pero también a edificios civiles.
El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó a Ucrania de "atentado terrorista" y amenazó con que la respuesta será "dura" si se producen más ataques a las infraestructuras rusas.
