viernes. 29.03.2024

Los primeros visitantes de Roma disfrutan de una ciudad a medio gas. En ella, aun no funcionan las conexiones de autobuses con el aeropuerto y tan solo 200, de los 1.200 que posee la ciudad, han optado por reabrir. El sector estima que las pérdidas de la temporada rondarán el 60%. Con la intención de paliarlo, alargarán la campaña hasta octubre. La patronal, Confindustria, no ofrece unos datos positivos, anunciando la pérdida de 180.000 millones de euros, 110.000 derivados del turismo. 

A pesar de estas cifras, las visitas han recompuesto el escenario de la ciudad. Este fin de semana se disponían a contemplar la belleza de la Fontana di Trevi. Del mismo modo, las reservas a la Galleria Borghese se han agotado para toda la semana. El río Tíber recibe sus primeros viajes en barco y comienzan a verse carros de caballos. Las aglomeraciones turísticas se han producido manteniendo la distancia  y portando mascarillas, cuestión determinante para una reactivación en condiciones segura.

Aunque la mayor parte de los visitantes eran italianos, quienes aprovechan para realizar turismo de interior, comienzan a aparecer los primeros alemanes, franceses o suizos. Turistas que no temen al virus y han optado por una visita poco convencional, exenta de colas y esperas.

La Vanguardia ha proporcionado el testimonio de los primeros visitantes. Fiona, una turista británica, ha declarado que en el hotel son tratados de maravilla por ser los únicos huéspedes. Destaca con entusiasmo que ha podido disfrutar de la Basílica de San Pedro en soledad. 

Una experiencia atípica que rescata el turismo en tiempos de pandemia.

Roma recibe a los primeros turistas europeos dos semanas después de la reapertura de...