Un residente de Shangái ha compartido con sus seguidores en Twitter un hilo explicativo sobre su vuelta a China tras pasar unas semanas en Madrid. Antes del vuelo, las autoridades han exigido presentar la prueba de PCR negativa realizada 72 antes del viaje.
Vivo en Shanghái, China. En el país que ha logrado contener el virus y en donde la vida ha vuelto a la normalidad. Por razones familiares, he pasado unas semanas en Madrid.
— Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
ESTA ES LA VUELTA DE MI VUELTA A CHINA. Para alucinar.
DENTRO HILO. pic.twitter.com/CCgTRQb6wp
Al aterrizar, Nyscalo ha explicado que a la gente le sacan del avión en grupos pequeños, destacado el material de protección utilizado por el personal del aeropuerto. “Al poner un pie en el aeropuerto, te das cuenta de que has aterrizado en otro planeta. Absolutamente todo el personal del aeropuerto viste con traje protector, capucha y escudo facial incluidos”, ha afirmado el tuitero.
Al llegar a la terminal, a cada pasajero se le asigna un código QR con que posteriormente se escanea para realizar una segunda prueba de PCR. Posteriormente, en grupos pequeños los viajeros son trasladados a hoteles para hacer allí dos semanas de cuarentena.
A continuación, la segunda PCR (te sientas, te escanean el QR y comienza el tercio de las banderillas: ni Manolete las hincaba tan al fondo) y pasamos a inmigración. Es imposible distinguir a los policías que revisan tu pasaporte porque también van de astronautas. pic.twitter.com/p5yI4P5jl7
— Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
“Nos van separando por grupos para enviarnos a un hotel, donde haremos la cuarentena. Por si os lo estáis preguntando: sí, el hotel lo paga el viajero. Y no, no lo elije él. Y sí, todo el mundo tiene que hacer cuarentena vigilada, tanto chinos como extranjeros”, ha añadido Nyscalo.
Se trataba de hoteles acondicionados donde a los visitantes se el entregaba un termómetro y una lejía para disolver las heces antes de tirar la cadena. A través de un código QR, estás obligado a enviar la temperatura corporal dos veces al días, a las 9:00 y a las 14:00.
“Prohibido dejar la habitación bajo ningún concepto. Puede pedir comida fuera: leche, galletas o pan de molde, pero nada que venga cocinado de un restaurante. De vez en cuando se pasan por tu puerta y te hacen tomarte la temperatura delante de ellos. El control es total”, ha detallado el tuitero.
Al ser residente de Shangái, a Nyscalo se le ha permitido pasar la segunda semana en su casa. Las autoridades le han instalado un sensor en la puerta además de una cámara de seguridad. Su mujer se tuvo que quedar en casa de una amiga.
“El traslado fue en una furgoneta. Dos tipos vestidos de astronauta me llevaron hasta mi urbanización. Allí, dos policías me esperaban para leerme lo que serían mis obligaciones (tiene derecho a un abogado, todo lo que diga…). Uno de ellos grababa el proceso con una mini cámara”, ha informado.
El traslado fue en una furgoneta. 2 tipos vestidos de astronauta me llevaron hasta mi urbanización. Allí, 2 policías me esperaban para leerme lo que serían mis obligaciones (tiene derecho a un abogado, todo lo que diga…). Uno de ellos grababa el proceso con una mini cámara. pic.twitter.com/p7oYizIfQM
— Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Dos veces al día venía un médico a medirle la temperatura. Al día 12 de cuarentena, vino un médico a su casa para hacerle la última prueba de PCR. Nyscalo ha comparado su experiencia con su llegada al aeropuerto de Barajas donde solo tuvo que rellenar un formulario.