Los ciudadanos lo han llamado el Día de la Libertad, donde el ocio nocturno ha reabierto y las mascarillas ya no son obligatorias. Aunque lo curioso es que los contagios no paran de crecer, y hasta el primer ministro está confinado por un contacto con un positivo.
Reino Unido ha vivido esta noche como si fuera fin de año, con cuenta atrás incluida. Donde la fiesta ha sido la protagonista y no la mascarilla.
El día de la Libertad, según los londinenses, llevaba consigo el fin de la mascarilla obligatoria en interiores, la apertura de las discotecas y las reuniones sociales ilimitadas. En pocos minutos, las colas para poder entrar a las discotecas recordaban al ocio nocturno pre-pandemia.
Pero lo curioso, es que Reino Unido registró una alta tasa de contagios el pasado viernes con más de 50.000 casos diarios de coronavirus, cifra que no era contabilizada desde mediados de enero.
