jueves. 28.03.2024

A finales de la semana pasada saltaron algunas alarmas en Portugal. Entre miércoles y viernes se registraron unos 500 nuevos casos de coronavirus al día, lo que suponía volver al ciclo de diez jornadas atrás, con el agravante de un cambio geográfico, pues más de la mitad correspondían a la región de Lisboa, que tenía menos de la cuarta parte de las infecciones en una epidemia centrada sobre todo en el Norte. Pero en el fin de semana los nuevos contagios detectados volvieron a caer por debajo de los dos centenares, sin que la corrección de ayer martes fuese significativa, con 234.

Así este país modélico en la pandemia en su entorno europeo llegó sin más sobresaltos a la fecha más señalada de su calendario religioso, el 13 de mayo, el día de Fátima, una de las tres efes del tópico que completan el fado y el fútbol, el de la conmemoración del milagro de 1917, cuando tres niños pastores aseguraron que se les apareció la Virgen.

Portugal ya autoriza las vacaciones de sanitarios y se prepara para la vuelta a las aulas en el bachillerato el lunes

Este martes, en una de las tiendas de recuerdos próximas al templo las dependientas se turnaban dentro del comercio para mantener las distancias de seguridad, pese a que en realidad no había clientes. Aunque el Gobierno, como hizo con la manifestación sindical del primero de mayo de Lisboa, autorizaba una peregrinación con distancias de seguridad, el santuario decidió celebrar sin fieles esta conmemoración que tradicionalmente concentraba a decenas de miles de personas ya en la vigilia de ayer. La Iglesia llamó a encender velas en casa y a seguir la liturgia por medios telemáticos, en una “peregrinación del corazón”, según publicó La Vanguardia.

Si bien dentro del carácter algo errático que muestran los datos oficiales portugueses de la pandemia vistos al detalle, el boletín de ayer señalaba que se ha contenido el repunte de casos de la semana pasada, pero las 19 nuevas muertes, hasta un total de 1.163, supusieron un aumento respecto a los últimos días y provocaron un leve incremento en la tasa de letalidad, del 4,1% al 4,2%. En este indicador, que mide los fallecidos sobre el total de casos detectados, reside el hecho diferencial portugués en la crisis, como muestran las estadísticas comparadas que ofrece el Ministerio de Sanidad español, en las que esta tasa lusa está ligeramente por debajo de la alemana y muy lejos de los dos dígitos de España, Reino Unido, Francia, Italia o Bélgica, según La Vanguardia.

En plena salida paulatina del confinamiento, Portugal ya autoriza las vacaciones de sanitarios y se prepara para la vuelta a las aulas en el bachillerato el lunes.

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