viernes. 29.03.2024

Nuestro país vecino registra una importante evolución en el control de la pandemia. Tras ocupar durante meses las listas negras del azote vírico internacional, ha logrado sobreponerse en un momento determinante. La progresión portuguesa, alcanzada en las últimas semanas, llena de esperanza a la nación. Portugal aborda, desde una coyuntura favorable, los previsibles últimos coletazos del virus. El mes de agosto ha traído sus mejores datos de casos e ingresos y ucis desde marzo.

El Centro Europeo de Control de Enfermedades señaló ayer a Suecia y a Portugal como los países con la mayor reducción reciente de los contagios. No obstante, los epidemiólogos lusos apuntan que hay mucho por hacer, para arrinconar al virus antes de la temida llegada de la gripe estacional en otoño. Y existe todavía una frontera numérica pendiente de cruzar, la de situarse por debajo del límite de 20 casos de incidencia acumulada en 14 días por 100.000 habitantes, es decir, fuera de la zona de riesgo. Ayer Portugal estaba en torno a los 22, frente a los más de 50 que presentaba hace un mes.

El visto bueno del Reino Unido para recuperar el turismo

Al Gobierno luso no le sentó nada bien hace dos semanas la decisión de la Xunta de incluir al Estado hermano en la lista de territorios de riesgo, desde los que hay que notificar la entrada en Galicia. Pero Portugal ya no está en esa relación y tiene ahora una incidencia acumulada algo inferior a la gallega, que es la segunda menor de España. Todas las regiones portuguesas están por debajo del umbral de 20 casos en dos semanas por 100.000 habitantes, excepto la de Lisboa, que se halla en 41, frente a los seis que se registran en el Centro y las Azores y los siete de Madeira, archipiélago que se mantiene con cero muertes en toda pandemia.

Hace dos semanas la tasa de la región de Lisboa pasaba de los 60 casos. El refuerzo del dispositivo de rastreo y el confinamiento voluntario al que estuvieron sometidos en julio los 19 barrios más afectados aparecen como las claves de la mejoría.

António Lacerda Sales, secretario de Estado de Salud, se emocionó el pasado 3 de agosto al informar en la rueda de prensa diaria de que desde el 17 de marzo era la primera jornada con cero muertes en Portugal por el coronavirus en las 24 horas previas. El pasado lunes, siempre sin cantar victoria y llamando a la prudencia, destacó que el total de casos de la semana anterior fue el más bajo desde la tercera semana de marzo, justo en la que se decretó el estado de emergencia. También incidió en que el número de pacientes ingresados en las ucis era el menor desde marzo, si bien ayer se registró un empeoramiento.

Ahora el gran objetivo luso es conseguir que el Reino Unido incorpore a Portugal a sus corredores turísticos, sin necesidad de cuarentena a la vuelta. La inclusión en la lista negra británica, que se produjo antes de la de España, constituyó un gran golpe para las islas y el Algarve.

Con una incidencia más de cuatro veces inferior a la española, Portugal es uno de los países que no efectúan recomendaciones negativas respecto a su vecino, sin que tampoco haya debate público sobre si debe hacerlo.

Portugal logra recuperarse de la crisis sanitaria registrando sus mejores datos desde...