Esta misma semana la Fiscalía portuguesa ha comunicado la creación de un "grupo de reflexión" que permita "desarrollar estrategias de prevención y combate de fraudes con fondos europeos". A la espera del inminente reparto económico de las ayudas europeas, este proyecto busca garantizar una gestión eficiente, más que necesaria ante los requerimientos de la crisis ocasionada por la Covid-19.
El nuevo 'think tank' luso, que tendrá una duración prevista de dos años, ha sido creado a iniciativa del Departamento Central de Investigação e Acção Penal (DCIAP) de la Procuradoria-Geral da República (PGR), la Fiscalía lusa.
Su objetivos son fundamentalmente tres:
- Identificar "áreas de elevado riesgo de comportamientos fraudulentos"
- Desarrollar "líneas orientadoras de prevención de fraude en la gestión de control de fondos europeos"
- Elaborar "metodologías de acción ajustadas a comportamientos fraudulentos identificados", según una nota de la PGR.
Fuentes del Gobierno español descartan llevar a cabo una iniciativa similar porque "el fraude se persigue per se" y no es necesario un organismo de estas características.