viernes. 19.04.2024

Las manifestaciones contras las restricciones covid y contra la obligatoriedad de la vacuna se multiplican a lo largo y ancho del planeta. Cada país usa sus técnicas para intentar disuadir estas protestas pero la que más ha llamado la atención ha sido la de Nueva Zelanda: sus autoridades ponen en bucle canciones como ‘La Macarena’, ‘Mandy’ y ‘Baby shark’ para tratar de dispersarlos, pero han logrado todo lo contrario.

El presidente del Parlamento de Wellington, Trevor Mallard, empezó el sábado a reproducir por megafonía a alto volumen y en bucle la canción compuesta por Los del Río en ciclos de 15 minutos junto a los éxitos de Manilow y mensajes educativos sobre el coronavirus y la importancia de las vacunas, según la prensa de ese país. 

La iniciativa ha levantado críticas entre los policías neocelandeses porque consideran que la múscia ha reforzado la determinación de los manifestantes de mantener su protesta. El superintendente policial de Wellington, Corrie Parnell, ha defendido la intervención discreta por los agentes después del jueves, cuando intentaron dispersar a los manifestantes por la fuerza, lo que provocó enfrentamientos violentos y más de 120 arrestos. "Esto no es cuestión de resolverlo con arrestos", dijo el jefe policial, quien pidió a los manifestantes negociar.

Sobre el uso de la música, Parnell ha afirmado, en declaraciones a Radio New Zealand, que "ciertamente no sería una táctica o una metodología que nosotros hubiéramos endosado y es algo que hubiéramos preferido que no ocurriera, pero ocurrió y ahora debemos lidiar con lo que tenemos al frente".

El legislador Chris Bishop del Partido Nacional, acusó a Mallard de "comportarse como un niño" y alimentar una mentalidad de asedio entre los manifestantes. "Su comportamiento mezquino solo ha estimulado más a los manifestantes", criticó.

La medida disuasoria ha provocado reacciones en redes sociales, entre ellas la del cantante británico James Blunt, quien, en un mensaje irónico de Twitter, ha pedido que se le tenga en cuenta si no funciona la música elegida.

La policía de Nueva Zelanda dispersa las masas de los negacionistas con