19 de septiembre de 2019, 20:10
Redacción. Para las cebras, las rayas sobre su piel son, además de un signo de identidad de su especie, una manera de reconocerse entre ellas. Cada ejemplar posee un diseño distinto. Además de estas utilidades, un estudio estadounidense reveló recientemente que este estampado reduce las picaduras de los insectos. Investigaciones anteriores apuntaban a que su pelaje bicolor les permitía reducir su calor corporal.
Tira nació hace unas semanas en una reserva de Kenia y su cuerpo tiene lunares en vez de las habituales rayas. Además, es de color marrón oscuro.
A pesar de ello, el pequeño animal no ha sido rechazado por el resto de su especie —algo que se temía— y, por el momento, se desconoce qué ha podido causar esta alteración genética.
