Desde hace unas semanas las calles de Myanmar se han llenado de protestas a favor de la democracia y contra el Golpe de Estado del ejército al Gobierno civil de Aung San Suu Kyi. Entre todas las imágenes de violencia, la reacción de Ann Rose Nu Twang, una monja del país, se ha vuelto viral cuando trataba de pedir al ejército que detuviera la violencia contra la población.
La monja se arrodilló, con los ojos llenos de lágrimas, delante de las fuerzas birmanas y con los brazos extendidos pidió que cesará la violencia. "¡No disparen contra los niños!", se escucha gritar a Ann Rose. Ante la reacción de esta valiente monja el ejército se detuvo y, según la Conferencia Episcopal del país, más de 100 manifestantes pudieron salvar sus vidas. Aunque el ejército tardo poco en olvidar el gesto de la monja y abatió a tiros a varios defensores de la democracia en Myanmar.
Las imágenes de la desesperación de Ann Rose ante la violencia y la cantidad de muertos en las calles de Myanmar se han vuelto virales en las redes sociales.
La policía ha llenado las calles del país con granadas y gas lacrimógeno para intentar frenar las manifestaciones de los ciudadanos que atacan al ejército con proyectiles. Desde el pasado 1 de febrero, cuando los militares decidieron dar el golpe de estado, las calles del país se han llenado de barricadas y protestas a favor de la democracia.
Los birmanos siguen en pie de guerra contra el Golpe de Estado de Myanmar que ha terminado con la democracia del país. En las últimas semanas, las fuerzas militares han ordenado el cierre de cinco medios de comunicación que informaban independientemente de los actos que se estaban produciendo en el país.
La población de Myanmar ha convocado una huelga general con la intención de para completamente la economía del país y poder restaurar de nuevo la democracia y rechazar la represión sufrida por parte de los militares del ejército.
