jueves. 28.03.2024

Un modelo matemático sugiere que sería más efectivo vacunar antes a los transmisores que a los grupos de riesgo. El ingeniero español Jorge Rodríguez ha liderado este trabajo académico que sugiere que sería mucho más útil vacunar a las personas con más contactos sociales, por ejemplo jóvenes y población de ámbitos esenciales. 

Con la vacuna contra el coronavirus de Pfizer-BioNTech -y otras varias candidatas en fase 3- pendiente de aprobación regulatoria para Navidad 2020, el mundo ve un pequeño rayo de esperanza. Las decisiones sobre su uso y distribución pertenecen a los gobiernos y de ellos depende cómo administrarán la vacuna, y en qué momento la sociedad puede salir de las restricciones impuestas para frenar los contagios por COVID-19.

¿Qué pasa si vacunar a los ancianos primero no es la mejor manera de minimizar las muertes por coronavirus? Una fórmula matemática, recientemente publicada por tres académicos de la Universidad Khalifa de Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), evidencia que se debe de otorgar prioridad a los grupos con un mayor número de interacciones sociales. Esto amplificaría la efectividad de la vacuna al reducir las infecciones y la mortalidad tanto entre el grupo vacunado como en aquellos que entren en contacto con los vacunados. Según su modelo, la priorización adecuada puede reducir el total de muertes hasta en un 70%.

"Dejando a un lado sanitarios y cuidadores de residencias, nuestros resultados indican que se puede evitar la expansión de la curva si vacunamos primero a aquellas personas con más interacciones, independientemente de su edad", ha señalado Rodríguez.

Se reducirían las muerte en un 70%

Según el modelo de Jorge Rodríguez y su equipo, dar prioridad a las personas que más interactúan, como trabajadores esenciales y jóvenes, multiplicaría la efectividad de la vacuna contra el coronavirus al reducir las infecciones y la mortalidad.  

"Nuestros resultados muestran sin ambigüedades cómo la planificación de la vacunación por grupos prioritarios puede lograr reducciones drásticas en el total de muertes (más del 70% en algunos casos) en comparación con la ausencia de priorización. Los resultados también indican en todos los casos [...] que los criterios de prioridad de vacunación grupal no deben ser los de mayor mortalidad sino los de mayor número de interacciones diarias persona a persona", dice el estudio.

Es más, el modelo es taxativo en este punto: "Sorprendentemente, nuestros resultados muestran en todos los casos que la priorización de los grupos con la mayor mortalidad pero menos interacciones sociales puede conducir a un número significativamente mayor de muertes totales finales, incluso mayor como si no se establecieran prioridades de grupo en absoluto. La explicación, claramente mostrada por el modelo mecanicista, es que la vacunación evita infecciones que reducen la mortalidad no solo del propio grupo vacunado sino también de las proyecciones de infecciones secundarias y posteriores infligidas al resto de la población por los vacunados en ese grupo".

De esta manera, el estudio invita a reflexionar sobre el plan de vacunación de los países, ya que el primer impulso es proteger a la población de riesgo. "Precisamente este efecto de amplificación (naturaleza exponencial de la curva) parece provocar la mayor reducción en el total de muertes si se vacunan primero los grupos con más interacciones. La posible contradicción de estos resultados con algunas recomendaciones publicadas resalta la importancia de realizar un análisis abierto, exhaustivo y riguroso de este problema dejando atrás cualquier prejuicio subjetivo"

Vacunar primero a jóvenes y trabajadores esenciales podría multiplicar la efectividad...