La llegada del Curiosity hace siete años a Marte prometía conseguir una catarata infinita de descubrimientos que no han cesado desde su aterrizaje en la superficie del planeta rojo. Uno de sus últimos hallazgos, inédito hasta la fecha, puede ser vital para el futuro: el robot ha encontrado fluctuaciones de oxígeno que los científicos no son capaces de explicarse por qué suceden.
Tal y como indica la NASA, la atmósfera del planeta rojo contiene un 0,16% de oxígeno molecular, aunque la mayor parte de su superficie (un 95%), está compuesta por dióxido de carbono.
El hallazgo del oxígeno se ha producido después de que el Curiosity tomara muestras del aire en el planeta marciano, que ha mostrado una variabilidad estacional, tal y como indica un artículo del Journal of Geophysical Research.