viernes. 19.04.2024

La pandemia se ha cebado por completo con la tasa de natalidad italiana, que posee la natalidad más baja de toda la Unión Europa de 7 hijos por cada 1.000 padres. Actualmente, se encuentra por debajo de la cifra más baja registrada en 1861. El año pasado apenas se contabilizaron 400.000 nacimientos. El descenso poblacional se evidenció con los casi 750.000 fallecidos, dato que supera el número de muertes desde la Segunda Guerra Mundial. Se suma a este factor, una población anciana y de escasa descendencia. 

El virus ha terminado con la vida de 118.000 personas del país. Los diferentes gobiernos del país han tratado de revertir la situación y recuperar una mayor tasa de natalidad, pero sin éxito alguno. El presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi ha aprobado una nueva ley para cambiar el futuro de la población. Ha planteado dar a cada familia 250 euros por los hijos menores de edad que estudien o estén sin empleo. Este servicio puede extender en jóvenes de hasta 21 años. 

Está previsto que las ayudas se repartan en el mes de julio para madres gestantes y en su séptimo mes de embarazo. La renta familiar resultará determinante a la hora de establecer la cuota a proporcionar, en función de su economía será de carácter universal y o variable. La cantidad que se establezca se ingresará en la cuenta bancaria o bien se descontará ante una posible deuda con el Estado. Si los menores presentan algún tipo de minusvalía su asistencia puede aumentar entre un 30% y un 50%. 

La "asignación única" ocupará el lugar de ayuda familiar, al haber sido retiradas varias deducciones fiscales o ayudas destinadas a familias numerosas. Los trabajadores autónomos, así como también los desempleados, pueden contar con ellas. Esta inversión supondrá 7,6 millones de familias, que representan un 27%de la población total. 

La nueva normativa propicia al Gobierno ganar 15.000 millones de euros de las ayudas suprimidas y 3.500 millones de la ley que entra en vigor el próximo mes de julio. Estas cantidades derivan en un incremento de las prestación en un 40%. 

Italia promueve la natalidad y otorga 250 euros a las madres en el séptimo mes de embarazo