Redacción.- Matteo Salvini no se rinde. El ministro del Interior italiano sigue presionando al Parlamento para que regresen y se convoquen elecciones cuanto antes.
Tras dinamitar el Gobierno de coalición con el movimiento Cinco Estrellas, el líder de la Liga ha puesto en marcha la maquinaria para desmantelar el Ejecutivo.
Apoyado en su imagen de hombre del pueblo, Salvini multiplicó sus apariciones y mítines por las playas del sur del país."Quiero un Gobierno que devuelva el orgullo de ser italiano a nuestro pueblo", afirmó este sábado 10 de agosto en Policoro, Italia.
En uno de estos mítines, anunció que en las eventuales próximas elecciones tiene la intención de presentarse en solitario, sin coaliciones.Y mientras caminaba por la playa, urgió sin rodeos a los parlamentarios que se encuentran de vacaciones a volver a Roma.
Salvini también pidió que se vote la moción de censura contra el primer ministro Giuseppe Conte "antes del 15 de agosto".
"He leído en algunos periódicos que he perdido la cabeza porque quiero que voten el 15 de agosto. Dicen que los miembros del Parlamento están de vacaciones el 15 de agosto y yo digo que los diputados deben ponerse marcha y volver al trabajo como cualquier otro trabajador italiano", insistió Salvini.
La razón de su afán, según un periodista de la agencia de prensa Reuters, viene de su actual popularidad, de la cual se quiere aprovechar: "La Liga es ahora el partido más popular y Salvini tiene seguramente alguna preocupación de que estos momentos mágicos puedan ir y venir y quiere asegurarse de que no se vayan antes de que pueda desencadenar las elecciones y llegar al poder por su cuenta, en lugar de en una coalición con un partido que siempre ha sido tradicionalmente un adversario de la Liga: el Movimiento 5 Estrellas."
En la sesión para votar la moción, el primer ministro, Giuseppe Conte constatará si tiene apoyo suficiente entre los parlamentarios, algo improbable, puesto que por el momento solo lo secunda el M5S.
Y Matteo Salvini parece saberlo: "Ya estamos trabajando en nuestro futuro para dar a Italia un Gobierno estable, que dure al menos 10 años. Cuanto antes vayamos a las urnas, mejor. Los que posponen la cita con el parlamento, sólo quieren salvar sus escaños."
Ahora quedan varios escenarios posibles: que el presidente de la República, Sergio Mattarella, proponga un Ejecutivo técnico para aprobar los presupuestos, que se convoquen elecciones anticipadas o que el movimiento Cinco estrellas logre una mayoría alternativa.
Sin embargo, el único con potesdad para disolver el parlamento es el jefe del estado. Sergio Matarella es el verdadero árbitro del juego político italiano en este momento.
