jueves. 28.03.2024

Las delegaciones de Irán y Arabia Saudí han tenido una reunión en Bagdad para relajar tensiones entre los dos bloques. La intención de esta reunión es restaurar una cierta calma entre ambos que se rompió en 2016. El detonante que ha impulsado esta reunión entre los dos países de Oriente Próximo parece ser que ha sido la llegada de Joe Biden al poder en Estados Unidos.

La mayor guerra en Oriente Medio está abriendo otro capítulo en su historia. Los bloques enfrentados de suníes (Arabia Saudí) y chiíes (Irán) parecen querer llegar a un acuerdo de relajación en las hostilidades. En los últimos años ha habido múltiples guerras cruentas en diferentes lugares de la zona oriental entre ambos grupos que han provocado barbarie en ambos bandos y varios países.

Tras la reunión entre ambas delegaciones, el portavoz de Exteriores de Irán declaró que “la República Islámica de Irán siempre ha sido favorable al diálogo con el Reino de Arabia Saudí porque favorece a la gente de ambos países, así como a la paz y la estabilidad en la zona”.

Por su parte, fuentes diplomáticas de Arabia Saudí dan a entender que el país suní está buscando una forma de salir de la guerra de Yemen sin ser derrotados de forma estrepitosa por los iraníes. Además, desde Arabia Saudí parece que están preocupados con el posible regreso del pacto nuclear de Irán con Estados Unidos.

Tras las informaciones publicadas por las delegaciones de ambos países, lo más probable es que realmente quién ha iniciado este proceso de relajación entre bloques ha sido el primer ministro iraní, Mustafa Al Kadhimi. Una noticia que gustó a la familia real saudí, que vió con buenos ojos la reunión y una relajación de las hostilidades.

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