Inglaterra cambia su ley de donación de órganos, y a partir de este momento, considerará donantes a todos los adultos cuando fallezcan salvo que ellos mismos o su familia se oponga, según expresa The Guardian.
El 80% de ingleses afirmaba querer convertirse en donante, sin embargo, solo la mitad llegaba a completar el papeleo. Por este motivo, desde el 20 de mayo se ha producido un cambio legislativo que permitirá revertir el proceso, la donación se dará por sentada mientras que la renuncia se tendrá que hacer con papeleo.
El texto legislativos se denomina Ley de Max y de Keira como conmemoración a un joven que logró salvarse gracias a la donación del corazón de una niña de nueve años que murió en un accidente de tráfico. Según marca la nueva ley, será necesario pedir permiso a la familia para recuperar los órganos o tejidos tras el fallecimiento.
Además, la donación no solo se producirá en caso de muerte, sino que se cederá también en caso de donantes vivos, por ejemplo, el resto de huesos de una operación de caderas.
Inglaterra ha tenido como referente a Gales que llevan desde 2015 realizando estas donaciones y son todo un éxito.
