martes. 23.04.2024

Una de las activistas iraníes más destacadas en las protestas contra el gobierno de Irán, Sepideh Qolian, fue encarcelada, tras ser condenada a cinco años de prisión, por actuar "en contra de la Seguridad Nacional" en 2018. Ahora, escribe cartas desde el interior de estas prisiones, describiendo las torturas continuadas que sufren los presos de Irán, para obligarles a realizar confesiones que luego emiten por televisión nacional.

La activista, que actualmente estudia Derecho dentro de la prisión, explica que desde su celda es capaz de "escuchar los pasos de la liberación en todo Irán", en referencia al lema 'Mujer, Vida, Libertad' que los manifestantes de las protestas antigubernamentales gritan. Sin embargo, también está viviendo otras cosas muy duras, ya que explica que uno de los edificios se ha convertido en un edificio de "torturas e interrogatorios", donde ella mismo ha sido testigo de cómo interrogaban a jóvenes detenidos allí.

"La sala de examen está llena de niños y niñas y se escuchan los gritos de los torturadores", describe Qolian en otro fragmento de la carta, horrorizada por lo que está sucediendo. En este sentido, señala uno de los casos concretos, el 28 de diciembre de 2022, cuando la llevaron al ala donde se tortura, que coincide donde se examinaba de sus estudios: "Hace un frío helado y nieva, cerca de la puerta de salida del edificio, un niño con los ojos vendados y vestido únicamente con una delgada camiseta gris está sentado frente a un interrogador. Está temblando y suplicando: 'Juro por Dios que no le pegué a nadie'. Quieren que confiese. Al pasar grito: 'No confieses' y 'Muerte tiranos'".

Este relato coincide con la historia de la cárcel de Evin, construida en 1972 y donde miles de presos políticos fueron torturados y ejecutados tras haber estado hacinados en condiciones terribles.

La horribles torturas de Irán, desde dentro: "La sala está llena de niños y niñas"