En la madrugada del pasado lunes un total de 140 alumnos fueron secuestrados en el noroeste de Nigeria, concretamente en el estado de Kaduna, después de que un grupo de hombres armados asaltaran la Escuela Secundaria Bethel Baptist. Los atacantes, que dispararon sin control contra los guardias de seguridad, consiguieron llevarse a los alumnos a un bosque cercano a la escuela. Hasta el momento han aparecido únicamente 28 personas de los 182 estudiantes con los que cuenta el colegio.
Los padres han optado por reunirse en el centro escolar, bajo gritos de desesperación e incertidumbre, formando un semicírculo con los zapatos de cada niño para rezar por ellos.
Este no es el último caso de secuestro que ha ocurrido en la zona. El domingo pasado también ocho personas fueron secuestradas en la sede del Centro Nacional de Tuberculosis y Lepra (Kaduna), entre ellas un niño de un año. El objetivo de estos agresores es principalmente pedir un rescate por cada persona secuestrada.
Por desgracia, más de 800 alumnos han sido raptados desde el pasado mes de diciembre en las diferentes escuelas del país. Una situación extrema que está viviendo el país, a raíz de la política estatal que atraviesa y que, por el momento, parece no cesar.
