viernes. 19.04.2024

Emmanuel Macron, presidente de Francia, hizo una visita este martes a una señora mayor, Gisèle Charles de 80 años, con residencia en la ciudad de Toulon. El presidente se tuvo que desplazar hasta Toulon desde su residencia vacacional de Bregançon, en la Costa Azul. Aprovechó la visita que le hizo a esta ciudadana francesa, que está viuda desde hace varios años, para anunciar la puesta en marcha de una nueva ley que ampliará la seguridad social a personas son dependencia en el país francófono. En concreto, con esta nueva ley, que resulta esperanzadora, se podrá atender de mejor forma a 1,1 millones franceses, entre ellos 300.000 son personas con dependencia y 800.000 son personas de edad avanzada como la mujer a la que visitó el presidente. Uno de los principales objetivos de esta nueva ley es que exista en el país galo una ley que tenga una asistencia domiciliaria óptima que sirva de gran ayuda a las personas que lo necesitan en su vida diaria. 

La señora mayor y el presidente de Francia se sentaron en un sofá y entablaron una conversación en la que el presidente preguntaba a Gisèle cómo se había encontrado durante la cuarentena provocada por la COVID-19. A lo que la mujer le respondió que había sido de gran ayuda tener a una persona que le llevara la comida cada día.

La actividad que realizó Macron con la señora escondía varios fines. Uno era recordar a los franceses lo importante que es proteger a nuestros mayores en la actualidad para que no se contagien y caigan enfermos por la COVID-19. Debemos de protegernos y protegerlos, no tener apenas contacto con ellos, salvo lo justo y necesario, para evitar el riesgo de contagiarlos. La mayor parte de los doctores de Francia informan, a la vez que advierten, de que el mayor número de contagios que se producen se ubican dentro del entorno familiar, en las comidas y cenas familiares, inclusive en eventos que duran bastantes horas. En todas estas situaciones no se toman las medidas de seguridad obligatorias y correspondientes y, entonces, se producen los casos por contagio. No debemos bajar la guardia porque tanto nuestra salud como la de las demás personas está en juego, sobre todo, la de aquellas personas de riesgo como son las personas mayores. 

Macron, además, también aprovechó la visibilidad mediática de este encuentro para agradecer a las personas que se encargan de cuidar de las personas mayores o personas con dependencia el trabajo que realizan. De esas personas que desempeñan la labor de cuidadora, debemos señalar que el 97% de ellas son mujeres. También debemos mencionar aquellas asociaciones de voluntariado que apoyan y ayudan a las cuidadoras. Macron anunció que esas cuidadoras van a recibir una gratificación, lo que podríamos denominar prima COVID-19, por el trabajo que han realizado durante el período que ha habido confinamiento.

De la misma manera que las cuidadoras recibirán esta prima, también lo hará el personal sanitario tanto de los hospitales o centros sanitarios como el de las residencias de personas mayores, así como los centros sociales. Para ello, el gobierno francés destinará un total de 80 millones de euros a los cuales se sumarán otros 80 millones que aportarán diferentes departamentos. Esta nueva ley la pretende aprobar el Parlamento antes de que finalice el 2020.

En definitiva, podemos entender la visita que ha realizado el presidente Macron a la señora Gisèle como una muestra de acercamiento hacia las personas mayores y/o con dependencia, así como una muestra de calidad humana.

Francia ampliará la cobertura social para proteger a mayores con dependencia