jueves. 18.04.2024

El epidemiólogo estatal de Suecia y principal responsable de la gestión de la epidemia, Anders Tegnell, ha admitido que deberían haber impuesto más restricciones desde el inicio de la pandemia, ya que considera que se han producido demasiadas muertes.

Tegnell ha explicado, en una entrevista en Svergies Radios, que si se presentase el virus, y tuviesen toda la información que tienen hasta el día de hoy optarían "por un camino del medio entre lo que ha hecho Suecia y lo que ha hecho el resto del mundo". “Creo que hay potencial de mejora en lo que hemos hecho en Suecia, claramente”, ha reconocido, aunque ha remarcado que sigue considerando negativo un confinamiento total. “Habría sido bueno saber más exactamente qué cerrar para prevenir mejor la propagación de la infección”, ha añadido, argumentando que, como casi todos los otros países europeos cerraron repentinamente, es difícil saber qué medidas funcionaron mejor. 

Suecia ha mantenido abiertas escuelas y negocios, incluidos bares, restaurantes y centros comerciales, en una de las estrategias contra la Covid-19 más laxas de Europa. El Gobierno de centroizquierda ha seguido al pie de la letra los consejos de la Agencia de Salud Pública y de Tegnell, argumentando que, tratándose de una pandemia, había que seguir las directrices de los expertos y no tomar decisiones políticas, según ha publicado La Vanguardia.

Según La Vanguardia su gestión se ha fundamentado en la recomendación de minimizar el contacto social y extremar la higiene, evitando así restricciones drásticas como han hecho la mayoría de países del continente, incluidos sus vecinos escandinavos.

El epidemiólogo ante la pregunta de si se han producido demasiadas muertes respondió con un "sí, absolutamente", asegurando que si ocurriese en otra ocasión cambiarían muchas cosas en su gestión. Además, otro de los errores de Suecia ha sido la falta de test de detección, ya que el objetivo era llegar a los 100.000 a mediado de mayo, y no han llegado a los 30.000 finalizando el mes, según publicó La Vanguardia.

El epidemiólogo jefe de Suecia admite que deberían haber tomado mayores restricciones