sábado. 20.04.2024

Ya han pasado 300 días desde que las tropas rusas comenzaron su invasión a Ucrania, desencadenando el conflicto armado que conocemos a día de hoy. Rusia mantiene una estrategia de ataque a las infraestructuras energéticas de Ucrania, para bajar la moral de las tropas ucranianas, mientras la situación se estanca y no hay grandes avances en el campo de batalla.

Kiev amanece un día más de trescientos entre sirenas de alerta por bombardeos y miedo dentro de búnkers. "La devastadora y criminal campaña rusa contra las infraestructuras civiles", así califica este conflicto Borja Las Heras, del Centre for European Policy Analisys.

Desde el pasado 24 de febrero no han parado de volar los cohetes en todas las ciudades importantes y con una infraestructura básica en Ucrania. Las adversidades del clima han estabilizado las líneas y aislado los conflictos en dos lugares: Al este, donde se están produciendo las batallas más duras, con bajas en ambos lados, sobre todo en Bajmut. Y al sur, donde Jersón es la plataforma que Ucrania utiliza para romper líneas rusas.

"Ahora que vamos a tener más frío los ucranianos van a poder avanzar más porque lo que buscan es que se congele el suelo para poder avanzar con los carros de combate", explica Alberto Priego, profesor de relaciones internacionales.

Y es que la guerra va para largo, sin verse un final real, pues Putin no quiere dar su brazo a torcer, a pesar de las grandes y numerosas pérdidas económicas. "Seguiremos reforzando nuestras tropas con vehículos militares, armamento y personal experimentado", ha recalcado el presidente ruso.

Para algunos analistas de este tipo de conflictos y expertos en relaciones internacionales el conflicto no tiene un final cercano.  "La guerra va a continuar, Putin apuesta por la victoria en una guerra larga", afirma Borja Las Heras. Porque creen que lo Putin busca es la completa desaparición de Ucrania.

Se cumplen 300 días de guerra en Ucrania: "Putin prevé una victoria en una guerra larga"