jueves. 18.04.2024

De lunes a miércoles se han convertido en los días perfectos para salir a tomar algo en Reino Unido, ya que el Gobierno "invita" a la mitad de la cuenta durante el mes de agosto. 

Con el inicio de esta primera semana de agosto el Gobierno británico se hace cargo de la mitad de los gastos de cualquier consumición en bares o restaurantes, -exceptuando bebidas alcohólicas- hasta el límite de 11 euros por comensal. 

A lo largo de esta semana la hostelería ha notado un incremento considerable de los ciudadanos que deciden aprovechar esta nueva medida. Muchos propietarios de restaurantes lo han denominado como "el nuevo fin de semana". 

El mes pasado Rishi Sunakt, ministro de Tesoro, anunció esta medida para lograr impulsar el sector hostelero, uno de los más afectados por la pandemia. 

El programa "Eat Out to Help Out" -Come fuera para ayudar- ha entrado en vigor esta semana. Además el IVA se ha reducido del 20% al 5% en comidas, bebidas, alojamientos hoteleros y atracciones turísticas ,con lo que las arcas del Estado dejarán de percibir cerca de 4.500 millones de euros, cifras a tener en cuenta cuando el país se enfrenta a la peor recesión en 300 años. Alrededor del 80% de las empresas hosteleras dejaron de cotizar en el mes de abril, dejando a 1,4 millones de trabajadores en ERTE.

Según las cifras del Tesoro, más de 72.000 empresas ya se han inscrito en el programa, que está previsto sólo para agosto. “UK Hospitality”, el organismo que representa al sector, asegura que el 84% de los restaurantes británicos planean ofrecer el descuento. El Gobierno estima que la medida protegerá alrededor de 1,8 millones de empleos.

Las imágenes estos días de los establecimientos llenos ofrece esperanza. En cualquier caso, muchos aseguran que se trata tan sólo de un espejismo. Will Hawkley, analista de KPMG, se pregunta hasta qué punto la gente que saldrá ahora de lunes a miércoles, también estará dispuesta a gastar su dinero el fin de semana cuando la oferta ya no esté disponible. “Eso es algo que tendremos que tener en cuenta”, matiza. En efecto, algunos establecimientos señalan que las reservas para el fin de semana han caído.

Por otra parte, la medida ha sido objeto de críticas en el norte de Inglaterra, donde la mayoría de los alcaldes son laboristas y acusan ahora al Gobierno de que no tiene sentido alentar a la gente a salir a comer fuera, cuando en zonas como Greater Manchester, Blackburn, Darwen, Burnley, Hyndburn, Pendleton, Rossendale, Bradford, Kirklees o Calderdale, se ha tenido que imponer de nuevo restricciones debido a un incremento de rebrotes. Los ciudadanos no pueden reunirse en espacios cerrados a menos que sean del mismo núcleo familiar.

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