Este sábado ha tenido lugar en la playa de Blankerberge (Bélgica) una brutal batalla campal entre decenas de personas. La pelea terminó con enfrentamientos entre la Policía y los jóvenes y se produjeron un total de 20 detenciones administrativas, según ha informado Le Soir.
Estas peleas han provocado que las localidades de Knokke y Blankerberge prohíban el acceso a los visitantes a las playas por "un día".
El domingo por la mañana, la empresa de ferrocarriles de Bélgica (SNCB) anunció en Twitter, que "todos los trenes a la costa circularán con normalidad", pese a que los alcaldes llamaban a restringir el tráfico.
Bart Tommelein, el alcadel de Ostende, pidió a la SNCB que no se pusieran más trenes "de refuerzo" el domingo a la costa, dado que la enorme afluencia de personas hacía imposible repartir a las personas de manera segura y respetando las normas de seguridad en las playas.
Por otro lado, el acceso al municipio se ha limitado a los residentes, a los propietarios de una segunda residencia, o a los turistas que vayan a pernoctar allí, así como a los empleados de empresas y organizaciones con sede en la ciudad Knokke- Heist.
