A partir de este lunes, los alumnos de las regiones de Viena y Baja Austria (Austria), que hayan retomado las clases presenciales, suspendidas en algunos niveles desde finales de octubre, hay vuelto a las clases cumpliendo unas nuevas medidas obligatorias contra la COVID-19. Una de ellas es un sistema de test semanales gratuitos para asistir a clase.
Aunque hace tres semanas el Gobierno del primer ministro, Sebastián Kurz, aseguró que las pruebas no serían necesarias para ir a clase, la elevada incidencia de los contagios ha hecho cambiar la hoja de ruta. El país ha registrado más de 424.000 casos y 8.000 muertos desde el inicio de la pandemia. Estas son las principales medidas:
- Los alumnos de educación primaria, hasta los diez años, tendrán que hacerse cada lunes y miércoles, en el mismo centro, una prueba de antígenos para localizar el mayor número de positivos posibles y evitar los contagios.
- A partir de esa edad, los alumnos irán a clase en grupos reducidos sólo dos veces a la semana, igualmente con el requisito de realizar un test semanal.
- Además, los alumnos mayores de 14 años tendrán que llevar máscaras FFP-2, algo que será obligatorio también para los profesores que se nieguen a hacerse un test.
"Nuestro modelo de test sólo tiene sentido si todos los alumnos que están en el aula se han hecho un test", ha declarado el ministro de Educación, Heinz Faßmann, a la radiotelevisión pública ORF. El ministro ha asumido que esta será una medida polémica, pero insistió en sus declaraciones que esa es la única manera de que reabrir las aulas y los centros educativos en condiciones seguras.
Tras la apertura en Viena y Baja Austria, el resto de regiones de Austria los alumnos volverán paulatinamente a las clases presenciales, esto cuando termine la semana de vacaciones de fin de semestre, que tiene lugar en distintas fechas. En toda Austria reabren hoy además los museos, las tiendas y los servicios de estética, que llevaban clausurados desde el 26 de diciembre.
En el caso de las peluquerías es obligatorio presentar un test negativo hecho que ha provocado, según la agencia APA, que se haya disparado la demanda de test en los numerosos espacios habilitados para realizarse gratuitamente test de la COVID-19.
