viernes. 29.03.2024

Fueron más de seis décadas las que acompañó a su esposa como la Reina de Inglaterra y en 2017 decide abandonar la vida pública junto con la baja de sus obligaciones reales, dejando paso a la vida de palacio en su plenitud a su primogénito y sus nieto los cuales estos años han vivido en el papel de Felipe de Edimburgo para que hoy la monarquía británica no se vea legalmente alterada. 

Se casó con la todavía princesa Isabel en 1947 cuando él tenía los títulos pero no el mantenimiento económico ya que vivía del sueldo que tenía en la marina, siendo él príncipe de Grecia y Dinamarca. Poco a poco la pareja se equilibraría hasta que él termina por hacer de apoyo en las obligaciones de su mujer; esta era una condición de la que le gustaba alardear, con un carácter muy transparente, nunca escondió su aburrimiento o disconformidad con  los eventos de manera que los ciudadanos o lo amaban o lo adiaban; “Damas y caballeros, se presenta ante ustedes la persona con más experiencia en el mundo en descubrir placas conmemorativas”, bromeaba.

Los compromisos oficiales eran muchos pero el príncipe de Dinamarca siempre se veía involucrado de manera altruista en numerosas organizaciones sin ánimo de lucro en diferentes cargos. “Cuando llegue mi hora no quiero un funeral de Estado, prefiero un entierro más modesto, acorde con lo que soy, solo un viejo cascarrabias”, esta era la línea de el consorte de la Reina Isabel II de Inglaterra a pesar de su figura mediática, una persona que creaba todo un camino de honestidad y humildad por donde pasaba y que tenía como objetivo proteger la vida íntima de su familia.

¿Afectará a las obligaciones de la monarquía británica la muerte de Felipe de Edimburgo?