Hace cuatro años que Fran Clark, una mujer de 80 años, se trasladó a vivir a una residencia de ancianos. Y desde entonces la idea de ayudar a los más necesitados rellenando cajas de juguetes para donarlas a refugios y organizaciones en Navidad se convirtió en su ocupación diaria.
Cada mes de enero, Fran comienza a recolectar cajas de zapatos. A veces recibe donaciones de quienes, a lo largo de estos años han conocido de su labor y han querido colaborar, y a veces es ella quien hace uso de su dinero para adquirir lo que haga falta. Cuando tiene suficientes, las rellena con juguetes para donar a los niños necesitados.
Este año, ha logrado reunir más de 500 cajas. Cada caja contiene una variedad de juguetes, muñecas, libros, lápices de colores y golosinas para los más pequeños; y jabón, productos de aseo, algo de ropa y artículos de tocador para los adultos.
Fran dedica una hora al día a hacer y empaquetar estos artículos en sus cajas y que puedan ser entregadas a tiempo para Navidad. La Navidad es el único momento en el año en que descansa de su labor, para volver a retomarla de nuevo en enero. Las cajas se distribuyen a refugios para personas sin hogar y organizaciones infantiles del área de Bristol. Gracias a su labor, a Fran se le conoce como la 'Fran-ta Claus' de Brunelcare, el hogar de mayores donde reside.