Los reyes de España, Felipe VI y doña Letizia, fueron testigos este martes de la entronización del emperador Naruhito, una ceremonia que se celebró en el Palacio Imperial de Tokio ante unos 2.000 invitados entre los que se encontraban representantes de las diversas monarquías europeas.
En el Palacio Imperial don Felipe y doña Letizia ocuparon la primera fila de asientos destinada a los jefes de Estado que se habían trasladado hasta la capital japonesa con motivo del relevo en el trono nipón. El emperador Naruhito ha vestido una sencilla túnica marrón del siglo XIX, en contraste con la emperatriz Masako y su kimono de 12 capas lleno de color.
Los tonos oscuros dominaban entre los invitados hasta que llegó la Reina Letizia, que eligió un vestido de ceremonia estampado de flores. Un diseño de manga larga y largo hasta los pies, como dictaba el protocolo, con un alegre estampado de flores en tonos rosas sobre un llamativo verde lima firmado por la cordobesa Matilde Cano, que cuesta 339 euros.