El tratamiento consiste en obtener de la sangre del paciente millones de glóbulos blancos llamados linfocitos T (los soldados del sistema inmunitario) y reprogramarlos para que expresen en su superficie receptores especiales llamados CAR (receptores de antígenos quiméricos), lo que les permite reconocer y destruir células leucémicas. Es decir, modifican las defensas del paciente para que ataquen y eliminen las células malignas. En pacientes con leucemia aguda linfoblástica logran un 80% de remisiones completas según algunos ensayos clínicos.
El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha celebrado que Andalucía se sitúe como "comunidad autónoma de referencia en la aplicación de esta innovadora y compleja técnica" que abre un "hilo de esperanza para el tratamiento oncológico". El consejero también ha señalado la "firme apuesta" del Gobierno autonómico por impulsar "la mejora de tratamientos y técnicas que ofrezcan una mejor atención a los andaluces".
Los profesionales del servicio de Hematología, liderados por el doctor José Antonio Pérez Simón, son uno de los primeros en España en aplicar esta terapia celular y génica avanzada. Para ello, han completado un proceso de formación especializada disponible únicamente en otros siete hospitales del país, en el caso de pacientes adultos y otros tres en caso de población pediátrica.
La implementación de estas terapias en el Sistema Nacional de Salud supone todo un reto dado que la infusión de estas células requiere de equipos con experiencia en trasplante hematopoyético e incluyen, además de hematólogos, intensivistas, neurólogos, inmunólogos, farmacéuticos, farmacólogos clínicos, entre otros. Por tanto, los centros designados por el ministerio para utilizar esta terapia CAR deben disponer de equipos multidisciplinares capaces de afrontar la complejidad del procedimiento. Por otra parte, el desarrollo de esta terapia abre un nuevo escenario de colaboración público-privada, ya que en se dispondrá de T-CAR comercializados por algunas empresas farmacéuticas y de T-CAR desarrollados en centros académicos.
Hasta la fecha, los hematólogos del Virgen del Rocío han empezado a utilizar los T-CAR comerciales en cinco pacientes con linfoma difuso de células grandes procedentes de Sevilla, Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, y Huelva. Además, han incluido a otra persona que padece un linfoma folicular en un ensayo clínico con linfocitos T-CAR para validar los beneficios que pudiera tener esta técnica en este subtipo de cáncer de la sangre.
A partir de ahora, y durante tres meses, tendrán que someterse a consultas de seguimiento y reevaluación en el Hospital Universitario Virgen del Rocío hasta que puedan continuar con revisiones ambulatorias en los servicios de Hematología de su hospital de referencia. Aun así, tendrán controles al año y al año y medio en el hospital sevillano antes de darlos de alta.
En todo este proceso, desde que ingresa el paciente para someterse a la infusión hasta que se le da de alta, aproximadamente dos semanas después, interviene un equipo de especialistas en Hematología, Neurología, Medicina Intensiva, Farmacia, Farmacología Clínica e Inmunología.