Este jueves el Ministerio de Sanidad junto con Educación y todas las consejerías autonómicas se han reunido para elaborar un documento donde se detallan los protocolos de actuación en caso de que se registre un positivo en los centros escolares.
A menos de dos semanas de la vuelta al colegio, se ha procedido a crear este informe, distinto al que especifica el protocolo de seguridad en las aulas para evitar los contagios. En él se incluyen pautas como el uso de mascarillas en niños de a partir de seis años, controles de temperatura y reasignación de espacios.
En este nuevo documento de actuación las comunidades tendrán que adaptar de nuevo las instrucciones en sus normativas, la guía consideraría caso de brote cuando en una escuela o instituto se detecten dos casos positivos, y parte de la premisa de que en caso de un positivo este debe guardar aislamiento, al igual que sus contactos estrechos.
Además, han creado un protocolo si algún menor o profesional del centro desarrolla síntomas mientras está en horario escolar, el posible infectado deberá ser traslado a un espacio acompañado de un docente dotado con equipo de seguridad. Se indica, a su vez, que hasta que no exista una PCR positiva las clases continuaran de forma normal.
En caso de que el test PCR se confirme positivo, se estudiara los contactos estrechos del infectado, es decir, el grupo de convivencia estable que engloba a los compañeros, que depende de cada comunidad serán clases de mayor o menor número y el profesor de la clase, además de las familias.
El objetivo principal es no cerrar las escuelas durante el curso 2020-21. Después de seis meses con todos los niños sin clases, el documento apunta que “el cierre de los centros educativos como medida para controlar la transmisión ha demostrado ser poco efectivo y tener un impacto negativo a nivel de desarrollo y educación de la población en etapa de aprendizaje. En el momento actual se han implementado diversas medidas para controlar la trasmisión del virus que permita un inicio del curso escolar lo más seguro posible”.
Se establecen tres niveles de brote en las escuelas: controlado o esporádico, cuando los dos casos se encuentran en el mismo grupo; complejo, cuando las cadenas de transmisión entre varios grupos no se identifican bien, esto podría suponer el cierre de algunas clases y la intensificación de medidas; y transmisión comunitaria no controlada, en este último escenario se podrá valorar el cierre del centro temporalmente, con una valoración previa de la salud pública de la comunidad.
Por otra parte, la guía incluye un anexo para las familias en caso de que en el centro escolar de su hijo haya un positivo, "En caso de ser un contacto estrecho es posible que en los próximos días puedan aparecer síntomas compatibles con COVID-19, ante lo cual deberán permanecer en aislamiento y contactar telefónicamente con su centro de salud o con el teléfono de referencia de la comunidad autónoma”, escriben.
Se establecen cuarentenas preventivas de 14 días excepto en casos donde alumnos que hayan tenido una infección previa documentada mediante una PCR durante los seis meses previos, en la cual se hace una presunción de inmunidad temporal al virus.
En ese caso “el resto de la comunidad educativa puede seguir acudiendo al centro, extremando las medidas de precaución y vigilando la aparición de síntomas compatibles con el virus. Si alguna persona tiene condiciones de especial vulnerabilidad para Covid-19 puede acudir al centro, siempre que su condición clínica esté controlada y lo permita, y manteniendo medidas de protección de forma rigurosa, salvo indicación médica de no asistir”, apuntan.
Por último, como ya habían anunciado varias comunidades, en el documento se recoge también la figura de un coordinador Covid, un profesional responsable de la comunicación de los casos positivos que figura a su vez como interlocutor con los respectivos servicios de salud.
