Pero no solo. Uno de los empresarios, en representación de la casta empresarial andaluza más casposa, también ha presentado cerca de una decena de querellas contra el Sindicato Unitario de Andalucía, contra los promotores del Sindicato Unitario de Córdoba y contra Nación Andaluza y sus representantes en Córdoba, al ser el único partido político que ha participado en la lucha en defensa de los derechos de los compañeros despedidos.
La celebración de este primer congreso cordobés ha sido la respuesta. Como planteamos en nuestras ponencias: la acción sindical no es una técnica, es una posición política. El Sindicato Unitario de Córdoba apuesta por una acción sindical que despierte la conciencia de clase, que organice desde abajo y que construya poder obrero real.
Sobre estos mimbres, una Secretaría General Colegiada joven y rebelde se ha puesto al frente de los retos que la lucha de clases presenta en Córdoba con Miriam Mariscal como secretaria de representación, Cristian Salinas como secretario de organización y Pedro Montes como secretario de acción sindical.
A continuación transcribimos la intervención de la camarada Miriam Mariscal como miembro de la Secretaría General Colegiada y, por lo tanto, en representación de todo el Sindicato Unitario de Córdoba:
Compañeras y compañeros, desde hoy tomamos el relevo con muchas ganas y con las ideas claras. En los próximos años, nuestro sindicato va a estar donde tiene que estar: en los tajos, en los barrios, en las huelgas, en los piquetes... Vamos a organizarnos desde abajo, con la gente, con los problemas reales. Este nuevo equipo no viene a inventar nada, sino a dar continuidad al trabajo que ya se ha hecho, aprendiendo de sus aciertos y de sus errores.
Nuestros propósitos son claros: intentar organizar a la clase obrera de la Provincia de Córdoba en un sindicato combativo y de clase; reforzar la implantación del sindicato en todos los tajos, centros de trabajo y sectores estratégicos de la Provincia; impulsar la formación entre nuestros afiliados para crear cuadros obreros; consolidar una estructura combativa, con secciones sindicales fuertes y conectadas entre sí; mantener una línea de independencia frente a las instituciones, partidos políticos y sindicalismo del régimen; y seguir construyendo alianzas con el resto de movimientos populares y sindicatos de clase, sin renunciar a nuestros principios de liberación del pueblo trabajador andaluz como pueblo y como clase.
Venimos a organizar, no a gestionar. A movilizar, no a calmar. A construir poder obrero y popular desde los tajos, los barrios y las luchas. No va a ser fácil, la represión, el desgaste y las dificultades materiales son reales. Pero también lo es nuestra convicción. El Sindicato Unitario de Córdoba tiene futuro, porque es necesario, porque es una herramienta viva de clase y sin miedo. Por eso, frente al derrotismo, respondemos con organización obrera, frente a la represión, solidaridad y apoyo mutuo y frente al capitalismo respondemos con lucha obrera.
¡Viva Andalucía libre!