Desde el Sindicato Provincial de Enseñanza de CCOO Córdoba y USTEA queremos manifestar nuestra preocupación y malestar por los continuos ataques que está sufriendo la red educativa pública cordobesa, cuyo efecto más evidente es el cierre de unidades.
Una de las primeras observaciones que se puede hacer a este respecto es que ignora el carácter subsidiario de la red educativa concertada con respecto a la pública. De hecho, las convierte en redes complementarias (si no ya antagónicas). El modelo que propone esta administración en la práctica condena a los centros públicos a ser los únicos en sufrir las fluctuaciones de matriculación. Ya que los conciertos educativos están blindados durante 4 o 6 años, mientras que los centros públicos renuevan año a año la existencia de sus unidades.
Por tanto, el argumento de la bajada de la natalidad esconde una intencionalidad política clara de beneficio de la red concertada. Y es así como deben entenderse afirmaciones como la realizada por el consejero de Educación, Javier Imbroda, durante la inauguración del CEIP Turruñuelos en Córdoba el pasado 22 de febrero: “Cada curso se cierran unidades por el descenso notable de la natalidad”. Lo que omite intencionadamente el señor Imbroda es que ese cierre solo afecta a los centros públicos. Todo ello sin tener en cuenta que la bajada de la natalidad ofrece la oportunidad de bajar la ratio manteniendo el presupuesto y, por tanto, sin un sobrecoste adicional para las arcas públicas.
Estos cierres son tantos que cuesta enumerar todos los centros con cierres de líneas tanto el año pasado como este (los dos años que lleva vigente este decreto). Podemos destacar este año el cierre del CEIP Lucano, que ha sucumbido a la presión del concierto blindado del colegio Cervantes. Ya el año pasado cerró el CEIP Moreno de Pedrajas, de Villanueva de Córdoba y este año cierra el colegio rural Quercus de Venta del Charco. Además, hay cierre de líneas en centros como el CEIP La Aduana, CEIP Al Ándalus, CEIP Hernán Ruiz, CEIP Concepción Arenal, CEIP San Lorenzo y en IES como Gran Capitán o Luis de Góngora. Por citar solo unos ejemplos de la ciudad de Córdoba. Y en el resto de la provincia nos podemos detener en los casos de Priego de Córdoba o Aguilar de la Frontera. Caso peculiar este último, ya que de 5 unidades públicas y 1 concertada en Infantil de 3 años el curso pasado se pasa a 3 públicas y se mantiene la unidad concertada. Es decir, ejemplo de lo que decíamos antes de que la bajada de natalidad solo afecta a los centros públicos.
Pero además del cierre de líneas, y hasta de centros, destaca la actitud de la Junta cuando se trata de “amenazar”. Un caso donde esto se ve muy bien es el del CEIP Colón. La misma administración que comunica al centro el cierre de una línea de infantil, como recoge Córdoba Hoy en su edición del 15 de febrero, anuncia unos días después que se trataba solo de “una propuesta pendiente de revisión”. No queremos ser mal pensados, pero son varios los casos en los que la Delegación de Educación rectifica su decisión después de que esta se hiciera pública. Al igual que en el CEIP Niceto Alcalá Zamora de Priego de Córdoba o la E.I. Vicente Nacarino en Palma del Río.
Por último, debemos acabar con la falacia de la “libertad de elección”. Este concepto es usado por algunas patronales de centros concertados para la imposición de un ideario, ideario financiado con dinero público.
Desde el Sindicato Provincial de Enseñanza de CCOO Córdoba y USTEA no toleraremos ni un recorte más en la enseñanza pública y por ello anunciamos el inicio de un calendario de actuaciones conjuntas con el fin de movilizar al resto de la comunidad educativa así como apoyar las acciones promovidas por las AMPAS de los centros educativos afectados.
