jueves. 18.04.2024

Este es sin duda el final de curso más atípico al que un ministro de Educación se podría enfrentar. La suspensión de las clases presenciales en marzo por el coronavirus ha obligado a gestionar el tercer trimestre bajo la incertidumbre que genera no saber cómo evolucionará la pandemia. Desconocer cuándo estará disponible la vacuna complica igualmente el próximo curso. 

La ministra de educación, Isabel Celáa expone que, cuando de comienzo la fase dos se ofrecerá un servicio educativo voluntario destinado a aquellos alumnos que necesiten reforzar un examen. El alumnado de cuarto de ESO, segundo de bachillerato, entre otros. Al mismo tiempo, se reiniciará la actividad en los niveles infantiles para auxiliar a aquellas familias que trabajen y requieran del cuidado de sus hijos. 

"Mientras no haya un remedio o una vacuna, los centros educativos habrán de estar a la mitad de su capacidad". De tal forma, que "el modelo educativo que pondremos en marcha durante ese periodo de tiempo, será un modelo combinado entre la educación presencial y la educación a distancia".

Dadas las presentes excepcionales circunstancias, es indispensable preparar los recursos necesarios para ofrecer una docencia virtual de gran calidad. 

En lo que atañe a las medidas de protección, Celáa asegura que se están siguiendo las instrucciones de los epidemiólogos y sanitarios. "Son ellos los que nos tienen que ayudar para proveer a los profesores y alumnos de los recursos que tienen que llevar al aula para estar bien protegidos". Además sostiene que "la ley se aplicará en cuanto entre el Boletín Oficial del Estado"

Aulas reducidas a la mitad del alumnado y combinación de docencia presencial y virtual...