jueves. 18.04.2024

El presidente del Consejo de Directores de Colegios de Madrid, Oscar Martín Centeno, se ha expresado sobre la propuesta de la LOMLOE, de "aligerar" el currículo escolar y centrarse en "adquirir competencias". “Vemos muy bien el enfoque, pero nos gustaría ver cómo se va a aplicar en la realidad y si nos van a dar a los centros la autonomía que requerimos". La nueva ley de Educación, aprobada el pasado diciembre, está a la espera de que se desarrollen sus reales decretos, que especifican cuestiones como los temarios a impartir.

Martín explica que las competencias propuestas por las últimas leyes se basan en identificar qué habilidades o conocimientos necesita el alumno para su futuro personal y laboral, lo que considera un “buen planteamiento". Isabel Celaá presentó las líneas generales este viernes y se basan en ocho competencias: comunicación lingüística, plurilingüe, matemática, ciencia y tecnología, digital, personal, social y de aprender a aprender, ciudadana, competencia emprendedora y en conciencia y expresiones culturales.

El nuevo currículo estará caracterizado por la posibilidad de elección de los alumnos. Dividirá los contenidos entre "básicos o imprescindibles", de carácter obligatorio y "deseables", que serán escogidos por los alumnos según sus "objetivos, intereses y necesidades". También se habrá mayor libertad en la elección del currículo: las comunidades autónomas decidirán el 40% del temario (el 50% en las que tienen lengua cooficial) y los centros el 5%. "Ojalá sea cierto que los colegios tengamos autonomía... y medios", exclama Esteban Álvarez, presidente de la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid (Adimad).

Pasar del papel al aula

La LOE y la LOMCE también apostaban por un enfoque competencial. "Pero cuando llega el momento de asentarlo en la realidad del aula, nos encontramos con que todas las pruebas estándar siguen siendo exámenes, que las asignaturas vuelven a estar basadas en el contenido… Esa es la desconfianza que nos genera también esta ley", comenta Martín.

Los entrevistados, ambos directores de centros educativos de la Comunidad de Madrid, coinciden en que el modelo en el que se estudia para regurgitar lo aprendido en un examen es un modelo de aprendizaje que no se adapta al mundo actual. "Las empresas valoran la capacidad de trabajar en equipo, de tener iniciativa propia, de llegar al consenso, de razonar", añade Álvarez.

Lo más complicado es "aumentar las capacidades de los centros para desarrollar metodologías activas" con una mayor participación del alumno en el aula, explica Martín. Esteban Álvarez ha destacado que un cambio así requiere de dinero y tiempo. "No podemos dedicarnos a adaptar el currículo los fines de semana", sentencia.

Por otro lado, la autonomía también implica otros retos, como la existencia de un nivel académico dispar en las diferentes comunidades autónomas. "¿Cómo puede ser que Lengua tenga tres horas semanales en Andalucía y cuatro en Madrid, cuando el temario es el mismo?", se pregunta Álvarez.

"Todo lo que sea fomentar la autonomía creativa del alumnado aumenta la motivación", dice Martín. Ha explicado que en su colegio, el Santo Domingo, en siete años propuestas como una radio, un periódico y una televisión digitales han impulsado la implicación de los alumnos. "Te hace disfrutar más como docente", ha apuntado Álvarez, director del Instituto Sierra de Guadarrama en  Soto del Real.

La LOMLOE también aboga por quitar peso a las pruebas finales de etapa y apenas contempla repetir curso. "En España siempre hemos tenido mucha cultura de la calificación y no de la evaluación", apostilla Martín. Para él, las calificaciones tienen que ser más rigurosas y dar ‘feedback’ al alumno para que mejore.

"Aligerar" el currículo escolar y centrarse en "adquirir competencias": profesores...