sábado. 20.04.2024

Una nueva cita electoral espera a los votantes cordobeses el próximo domingo en un contexto generalizado de desconfianza ante las capacidades de nuestros dirigentes para solucionar los verdaderos problemas de las personas.

Desconfianza también respecto a la rectitud y compromiso de nuestros políticos con los principios ideológicos que suelen guiar sus propuestas antes de cada cita electoral, cuando la mejor cara ante el electorado domina su puesta en escena.

Sí, la política está en crisis en nuestro país, y posiblemente acelerará o intensificará los efectos de la recesión económica que se ha comenzado a sentir.

Las personas acusan este hartazgo, y lo sobrellevan como pueden, mientras ven que sus verdaderos problemas no se afrontan con decisión o parecen no ser lo más importante para gran parte de la clase política.

Por otro lado, nuestros gobernantes tienen una gran responsabilidad en hacer pedagogía y explicar a los votantes hacia donde camina el mundo, en hacer entendible hacia donde se dirige la economía en un entorno tan globalizado, hacia qué escenario se encamina nuestro planeta.. Si les damos nuestro voto para que nos gobiernen en los grandes aspectos de nuestra existencia, deben ser celosos guardianes y vigilantes de todos estos peligros.

Y necesitamos/queremos que nos informen y que actúen con la suficiente antelación

Si miramos hacia Córdoba, en nuestra ciudad desafortunadamente apreciamos que el espíritu no cambia, la puesta en escena es la misma de la pasada década o de finales de siglo, en el contexto de un mundo que cambia vertiginosamente.

Los políticos siguen asociados a la vertiente más endogámica de esta ciudad, donde es más importante la estética que el fondo de los problemas, donde lo más importante es una foto en un medio local mostrando un pequeño gesto o una acción aislada, que trabajar de verdad en anticipar las soluciones a los problemas de las personas.

Los políticos cordobeses saben o deberían saber que el mundo que nos ha tocado vivir cada vez es más global y menos local, aunque ello implique más riesgo a que pierdan su control o su status quo.

Ya sólo es local la problemática de los ciudadanos, pero gran parte de las soluciones a sus problemas están más allá de nuestra ciudad o de nuestra provincia.

Por este motivo, las próximas elecciones nacionales son importantes a pesar del hartazgo, mucho más importantes cada vez, no por el miedo a nadie ni a nada en particular sino para que los problemas que acechan a los cordobeses puedan ser anticipados y gestionados en un ámbito más global, que excede lo local. Y acerca de todas estas cosas necesitamos que nos cuenten nuestros políticos locales.

La economía, el paro, el buen funcionamiento de nuestra sanidad o de nuestro sistema educativo.

No se resuelven acompañando a colectivos de todo tipo y prometiéndoles estar bien juntitos. Tampoco organizando muchos saraos para que el marketing haga su trabajo.

Por este motivo, las próximas elecciones son mucho más importantes de lo que pensamos, de lo que nos dicen, a pesar del hastío de tantas elecciones por la ineptitud de gran parte de nuestra clase dirigente.

Sí, a pesar de ser un medio de buenas noticias, lo decimos, por principio de responsabilidad social.

La buena noticia es que afortunadamente el futuro está en manos de la sociedad civil, de las personas, está en tus manos, en nuestras manos, en tu decisión, y podemos revertir esta situación, a pesar de que no nos cuenten o que no nos expliquen, o que no hagan.

Editorial | 10N: Los cordobeses ante unas nuevas elecciones