El llamado 'Blue Monday', el 'Día más triste del año' según unos parámetros psicológicos y matemáticos, y que transcurrió ayer, lunes 20 de enero, también tuvo un peculiar reflejo en el sector eléctrico, no solo por el sensiblemente elevado precio de la energía en el mercado mayorista (122,3 € / MWh frente a, por ejemplo, los 77,7 € / MWh del tercer lunes de enero del año pasado) sino también por tratarse de una peculiar jornada en la que las energías renovables no estuvieron a la altura de la media, generando en torno a un tercio del total de la energía demandada frente a otros muchos días de invierno en los que ya se supera la mitad de la producción gracias principalmente a fuentes eólicas, junto a la hidráulica y solar fotovoltaica. El lluvioso tiempo de ayer en la práctica totalidad del país, sin embargo, redujo ayer notablemente la fotovoltaica y no se tradujo en un mayor viento que potenciase la producción eólica.
Así lo recoge hoy la comercializadora de energía Unieléctrica con datos de Red Eléctrica de España (REE), en los que se constata que este 'Blue Monday' de 2025, en buena parte de manos de la meteorología, también registró una demanda mayor a la de, por ejemplo, el mismo lunes de la semana pasada (41.156 MW de máximo a las 20.50 horas frente a los 40.556 MW a las 20.35 horas del anterior día 13 de enero), e incluso del mismo día del año pasado, ya que el tercer lunes de enero (día 15) el pico de la demanda se situó en 'solo' 38.033 MW, a las 20.40 horas.
Pero además, informa Unieléctrica, la producción de renovables, y como se ha apuntado, fue muy distinta a la que ya va siendo habitual, sin llegar a suponer durante muchas horas del día ni un tercio de la demanda total, que fue sensiblemente elevada entre las 9 y las 18 horas, rondando siempre los 38.000 MW. Ello tuvo su reflejo en las emisiones de CO2, llegando a una media de 202 Kg de este gas invernadero por MWh en torno a las 16.50 horas. Los datos contrastan, sin ir más lejos, con el lunes de la semana anterior, en el que la demanda bajó de 11 a 18 horas de los 35.000 MW, y en los que las fuentes renovables supusieron la mayor parte del día más del 50% del total, e incluso llegó al medio día a constituir dos tercios de la producción con un 40,52% de energía fotovoltaica, un 19,06% de eólica y un 5,11% de hidráulica. En ese momento, la equivalencia de emisiones de CO2 fueron tan solo de 58 Kg / MWh.
Más allá de lo anecdótico del comportamiento de la producción y el consumo eléctrico en el 'Blue Monday 2025', los datos vienen a recordarnos en esta época en la que se camina hacia otro paradigma energético la variabilidad del rendimiento de las renovables y el papel que aún juegan fuentes como la nuclear y la de ciclo combinado.
Respecto al 'Blue Monday', la fecha fue propuesta por el psicólogo británico Cliff Arnall hace más de dos décadas basándose en coeficientes matemáticos, y desde una campaña publicitaria de una agencia de viaje del Reino Unido se instaló en el imaginario popular en muchos países. En concreto, el cálculo de la jornada más deprimente del año se obtiene al sumar la influencia del clima (los días más cortos, oscuros y fríos en el hemisferio norte); la economía, al ser en el periodo donde más se acumulan las deudas familiares tras las celebraciones navideñas; el tiempo desde las últimas fiestas junto a la nostalgia asociada y la distancia al próximo tiempo vacacional; la frustración, por ejemplo al no verse cumplido los propósitos de Año Nuevo; la inacción propia del estancamiento de la rutina diaria y, por último, al tratarse de un lunes en donde pesa tener toda una semana laborable por delante.
Aunque el concepto de 'Blue Monday', convertido ya en un fenómeno cultural y mediático, ha sido criticado por científicos (entre ellos los propios psicólogos) por falta de rigor científico, también se ha puesto en valor su papel para concienciar a la sociedad de la importancia que tienen factores externos en el ánimo y el bienestar y la necesidad de un debate sobre la salud mental en general de la población.