Las violaciones de datos se han convertido en una forma muy común de perjudicar a las personas y empresas. Un ataque cibernético o un simple hackeo de redes sociales puede destruir la reputación, la economía y la vida de una persona u organización. Pero estas no son las únicas consecuencias de ser negligentes en relación con sus datos, aprenda en este artículo a qué puede enfrentarse.
Estas son las consecuencias de la negligencia en relación con sus datos:
Mala imagen personal ante los demás
Una violación de datos por lo general implica el robo de información que no compartimos libremente y que de una u otra forma afecta la percepción que tiene las personas sobre nosotros. En el caso de las empresas, la reputación se pone en juego y causa gravísimas pérdidas.
Los rumores de boca en boca y los juicios anticipados vienen seguidos de la pérdida de clientes, ya que una vez que el buen nombre de una persona o empresa se pone en tela de juicio, pocos o nadie querrá tener relación con esta o solicitar sus servicios.
Robo de ideas
La pérdida de propiedad intelectual está ligada a la negligencia en cuanto a la seguridad de datos. La competencia jamás desaprovecha una oportunidad para apropiarse de ideas, proyectos, planes o cualquier tipo de secreto comercial. Por tanto es fundamental lograr que estos se mantengan resguardados para evitar que sean expuestos. Reforzar la seguridad física del sitio de trabajo, espacio donde se resguarda la información o los sistemas que cumplen esta función, en el caso de la información digital, son medidas que no se deben pasar por alto.
Extorsión
Un fallo de seguridad de datos es la oportunidad perfecta para el acceso de delincuentes informáticos. La modalidad del delito es robar información importante y pedirle a la persona agraviada dinero a cambio de no divulgar los datos. Es una situación penosa y comprometedora que lleva a las personas a colaborar con los delincuentes para no ser expuestos. Esta situación claramente se puede evitar tomando consciencia de dicha fallas y haciendo los ajustes necesarios.
Ataques cibernéticos
El vandalismo cibernético es una de las consecuencias más graves de las negligencias en relación a la seguridad de datos. No es necesario esperar a sufrir un robo de datos para hacer una comparación entre los mejores antivirus y buscar otras formas de blindar los sistemas donde almacenamos información.
No implementar sistemas de seguridad para proteger tus datos desde el principio, te hará un blanco fácil para los delincuentes cibernéticos e incluso cualquier persona que desee obtener alguna información confidencial. Recuerda que cualquier filtración de datos conlleva un daño moral y económico desconocido hasta el momento en que ocurre.
Suplantación de identidad
Una suplantación de identidad puede conllevar graves consecuencias, desde fraudes bancarios hasta desfalcos millonarios. Las formas de robar tu identidad son casi infinitas, pueden ser físicas, obteniendo tus identificaciones o puede ser a través de la red utilizando un programa de espionaje.
También existen otras modalidades que se han normalizado pero siguen siendo graves, una de ellas es la de crear cuentas falsas en las redes sociales a nombre de una persona, utilizar sus datos y sus fotos para engañar y obtener algún beneficio.
Afectación económica
Las consecuencias financieras de la vulnerabilidad de datos son devastadoras. Tal como expusimos en puntos anteriores, la violación de la privacidad afecta los ingresos de una empresa o persona particular. Ya sea porque le quita oportunidades o porque daña su reputación, no se debe propiciar el acceso malicioso a la información.
Incluso los pequeños emprendimientos pueden ser severamente afectados por fallas de seguridad. Por tanto, sin importar si se trata de una gran empresa o una persona particular, es fundamental tener el hábito de cuidar la información y utilizar todos los recursos a nuestro alcance para este fin.
En conclusión, entendiendo a qué puede llevar la negligencia en relación con sus datos, no podemos escatimar en esfuerzos por implementar prácticas de seguridad virtual y física de nuestros datos. En esto debemos hacer especial énfasis en nuestro correo electrónico, el teléfono móvil, nuestros sistemas contables y equipos de computación.