viernes. 19.04.2024

Este martes, se reunirán en Bruselas todos los ministros europeos de energía con el fin de debatir una reducción en el consumo de gas procedente de Rusia. Hace unas semanas la UE pretendía ahorrar el 15%, algo que algunos países como España rechazaron.

Sin embargo, ahora Europa plantea una reducción del uso del gas ruso por debajo del 15%. En este punto, España sí que está a favor.  La ministra de transición ecológica, Teresa Ribera explicaba así la postura de España en la UE: "España se sumará a la nueva propuesta que ha acordado la Uniónpara reducir el consumo del gas, resaltando que no será del 15 %: Tendremos un objetivo de reducción. No del 15 %, sino significativamente por debajo. Porque si se trata de un paquete de solidaridad, lo que tenemos es que combinar las distintas medidas de solidaridad, que no se resumen solamente en ahorro neto, sino en cómo se consigue que quien lo necesita pueda tener acceso a energía".

La mayoría de sus homólogos europeos están a favor, sin embargo falta por saber cuál será la decisión de Alemania y la de países hiperdependientes del gas ruso como Hungría o Bulgaria. A pesar de que Rusia insiste en que no cortará el flujo de gas a Europa, estos países más dependientes se temen lo peor. La reunión de este martes les deja en una difícil encrucijada, dado que deben decidir si desobedecen el acuerdo que pacten los países miembros o solicitan una condición especial de preferencia para que se les aporte el gas de manera externa a través de otros países, y reciban un mayor flujo para tener garantías de mantener activo el suministro.

Salvo que se produzca un cambio inesperado de última hora, el acuerdo va a salir adelante, con el voto a favor de los países que en un principio se mostraban escépticos, España entre ellos, y con una reducción inferior al 15 %. Falta por saber qué medidas tomará Rusia si finalmente se acuerda la reducción progresiva del gas. Y eso es lo que temen los países totalmente dependientes de Rusia: que sean ellos quienes paguen las peores consecuencias.

España se sumará a la reducción de consumo del gas en Europa