jueves. 25.04.2024

La "nueva normalidad" parece ser que va a implicar un gasto económico extra comparado, primero con el confinamiento en el que los españoles no han podido gastar su dinero en ocio debido al cierre de la mayoría de los negocios, y segundo debido a que la crisis económica puede generar un encarecimiento general de los precios en los comercios para poder reflotar los mismos.

Por ejemplo, adquirir cualquier producto implica el uso de la mascarilla, lo que en negocios pequeños puede implicar que la compra sea más cara de lo previsto. Además, algunos negocios han decidido aplicar la conocida como "tasa covid", suplemento que ya ha sido considerado "ilegal" por FACUA-Consumidores en Acción. Ello se ha visto reflejado sobre todo en la limpieza constante que tienen que realizar los establecimientos como clínicas dentales, peluquerías o talleres de reparación de vehículos. 

Esta tasa adicional también ha sido denunciada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que ha sido calificado como "competencia desleal", según ha confirmado la portavoz de la misma, Ileana Izverniceanu, a El Confidencial.

Además, los potenciales clientes de los negocios que reabren ahora sus puertas, a pesar de que no han gastado a un ritmo tan elevado antes de llegar el Covid-19, sus rentas se han visto disminuidas ya sea porque se han acogido a un ERTE o directamente han sido despedidos. Por lo tanto lo que se presenta ahora es un dilema entre bajar los precios para estimular la demanda o subirlos para poder cubrir los sobrecostes que genera el cuidado extra de los locales.

Además, cabe destacar que los productos de primera necesidad de los supermercados aumentaron en el mes de abril un 4,1% respecto al mes anterior, lo que también puede provocar que la renta de las personas se haya reducido. 

Por ello, parece ser que el verano que viene va a ser más caro y va a afectar más a los bolsillos de los consumidores, lo que se puede traducir en reducir los gastos para prepararse para una etapa de incertidumbre que aún no se sabe si se va a agravar por culpa de un rebrote. Por lo tanto, los consumidores puede que sean más conservadores para afrontar el futuro o aumentar sus gastos para ver si los negocios pueden remontar. El tiempo dirá.

El dilema de la economía a corto plazo: Gastar para reflotar o ahorrar para afrontar la...