jueves. 28.03.2024

La plataforma sevillana Deli Deli ha pasado en nueve meses de trabajar con un repartidor y tres restaurantes, facturando 1000 euros al mes, a tener 11 empleados en nómina, distribuir menús de 30 locales e ingresar 35.000 euros mensuales. En mitad de una pandemia y con empresas como la suya pero mucho más grandes y ya asentadas en el sector esto puede considerarse todo un hito.

La aceptación en Sevilla de plataformas como Deliveroo o Glovo es muy baja, tanto por los restaurantes como por los propios usuarios, de ahí surgió la idea. “Todo comenzó como un hobby en el mes de julio, nos lo propusieron un par de restaurantes con los que habíamos trabajado en otro proyecto para comprar bonos de comida durante el confinamiento y canjearlos cuando pudieran volver a abrir. Nos parecía de locos, estando Deliveroo, Just Eat y demás, pero decidimos probar”.

Su idea era marcar la diferencia y ser justos. “Quien reparte la comida es una extensión de quien la elabora y tuvimos claro que debía sentirse parte del restaurante y que el servicio debía ser personal, debía ser otra forma para el restaurante de tener contacto con su cliente”, señala Whalen. Cada trabajador cuenta con un contrato laboral justo adecuado a las horas que realizan.. “Tenemos 10 repartidores y una coordinadora que organiza los repartos y lleva la relación con los clientes. Los perfiles son variados, desde la que quiere trabajar todo el día, una madre soltera que prefiere media jornada, un estudiante que puede compaginar las clases y que además sabe exactamente lo que gana cada mes…”. Todo el mundo puede trabajar de forma justa y compaginada.

Las relaciones de los trabajadores con la empresa y los locales son perfectas. “Para el restaurante este servicio debe ser una clara ventaja, sin que le suponga ningún riesgo, por eso solo cobramos una comisión fija del 25%”, indica Whalen. El repartidor llama a cada cliente para indicarle el estado de su pedido. “No queremos ir a lo loco, queremos generar confianza”, abunda.

Deli Deli solo reparte dentro del casco histórico de Sevilla, sin embargo, están ampliando su zona de actividad a otros barrios de la ciudad. Pero no quieren crecer a lo loco, seleccionan detalladamente a que restaurantes les prestan su servicio, ya que tienen que cumplir con ciertas condiciones. “Nosotros apostamos por lo local, la comida debe ser de calidad y también observamos la buena reputación del restaurante. Queremos tener una oferta diversa, restaurantes que te dan consistencia y volumen y otros a los que solo acudes en determinadas ocasiones”, indica Whalen.

A los dos socios que empezaron se le han unido otros 2: Verónica Reyes, responsable de la comunicación, e Israel Boza, programador, que se encarga de profesionalizar el operativo y desarrollar el proyecto de usabilidad, imprescindible para la organización de todo el equipo.

Están empezando a añadir tiendas gourmet y en un mes ofrecerán experiencias gastronómicas. “Que un chef te haga la comida en tu casa, entregar pasteles por una fecha señalada… Avanzamos desde el reparto inmediato, al que puede ser de un día para otro y al pausado. Las oportunidades son infinitas”.

Deli Deli, la plataforma de reparto sevillana que sí hace contrato laboral a sus...