viernes. 19.04.2024

El pasado día 13 de diciembre pasará a la historia negra del fútbol como el día en el que la organización europea del deporte de equipo más grande e importante de la historia se equivocó en algo tan sencillo como el sorteo de los octavos de final de la Champions League.

El sorteo comenzó como viene siendo habitual, un exjugador y embajador de la UEFA es presentado como mano inocente para sacar las bolas del torneo mientras que el responsable y Director de competiciones de equipo de la UEFA pone las bolas de los rivales que sean necesarias en el recipiente. Cualquier persona que medianamente siga el fútbol o la Champions sabe o se hace una idea de las reglas básicas del sorteo.

Las reglas básicas son las siguientes: Los primero de grupo se enfrentarán siempre a los segundos de grupo, los equipos de un mismo país no pueden enfrentarse, y por último, pero no menos importante, los equipos que coincidieron en fase de grupos no pueden volver a enfrentarse.

Todo el mundo del fútbol conoce estas reglas básicas, excepto ¿el responsable de poner las bolas en el recipiente? El Director de Competiciones de Equipos de la UEFA se equivocó al introducir las bolas en algunos de los sorteos individuales. Los hechos sucedieron de esta manera:

- Se realizó el primer sorteo sin ninguna anomalía deparando un duelo entre Benfica, el rival del Barcelona en fase de grupos, y el Real Madrid.

- La segunda bola en salir fue el Villarreal, al cual solo no podía tocarle el Atlético de Madrid y el Manchester United, pero el encargado de introducir las bolas introdujo la del United cuando no debía, con la mala fortuna de que fue esa la que salió. La cara de Arshavin, la mano inocente, era un poema. Sacaron otra bola para continuar sin el error y se dio el enfrentamiento de los españoles contra el Manchester City de Guardiola.

- Por último y para rematar la faena, cuando salió la bola del Atlético de Madrid, el encargado de nombrar los emparejamientos dejó claro que no podía entrar la bola del Liverpool, rival de los colchoneros en fase de grupos, ni la del United que ya había salido, cuando realmente el United no tenía emparejamiento y era un posible rival del Atleti. El señor encargado no solo no metió la bola del United sino que, para más inri, metió la bola del Liverpool a la ecuación, cuando es enfrentamiento no podía darse.

Vistos estos errores, minutos más tarde del sorteo, la prensa inglesa empezó a hacer eco del escándalo pidiendo una repetición del sorteo completo, ya que se había perjudicado al Manchester United, al privarle de poder enfrentarse al Atlético de Madrid y habiéndoles tocado uno de los cocos del sorteo, el PSG de Messi, Mbappé y Neymar. El Atlético de Madrid se sumó a las protestas no quedándole otra a la UEFA que repetir el sorteo.

El Real Madrid pidió que dicha repetición se llevase a cabo desde el tercer enfrentamiento, ya que en su emparejamiento no hubo ninguna incidencia y el error en el bombo del Villareal quedó en anécdota. El Madrid no solo no obtuvo lo que quería, pues el sorteo se repitió al completo, sino que encima, el coco del sorteo fue para él, culminando en una tarde digna para el olvido de la UEFA.

La UEFA culpó por redes sociales a un software externo del error en el sorteo, el cual es el encargado de decir a los representantes de la UEFA que emparejamientos pueden o no en el sorteo, lo que sonó a escusa para muchos, ya que el error que se vio en directo fue una clara incompetencia humana.

Con este sorteo ya bien hecho los rivales de los equipos españoles en octavos serán el PSG ante el Real Madrid, con la vuelta de Ramos al Bernabéu y de Mbappé como posible spoiler de lo que pasará en la próxima temporada. El Atlético de Madrid se enfrentará al Manchester United, con la vuelta de Cristiano Ronaldo al Wanda Metropolitano, mientras que el Villareal se enfrentará a la Juventus de Turín.

Un sorteo de Champions digno de Hollywood