jueves. 25.04.2024

Redacción. Ricky Rubio, campeón del mundo con la selección española de baloncesto, comunicó ayer en Barcelona que ha disfrutado el campeonato «como un niño pequeño» y adelantó que llegarán nuevos logros: «Esto no acaba aquí, esto sigue». El mejor jugador del campeonato presentó la nueva sala para enfermos de cancer y familiares del Hospital Universitario Dexeus de Barcelona, cuya financiación ha sido cubierta por su fundación, y agradeció todas las felicitaciones: «Sabíamos que la habíamos liado un poco, pero no tan gorda».

En el acto participó igualmente su compañero en la selección Víctor Claver, ya que la sala recibe el nombre de Javier Claver, el padre del jugador valenciano, que como la madre de Ricky Rubio falleció a causa del cáncer. «Estoy seguro de que mi madre está más orgullosa de que haya inaugurado esta sala de que haya sido campeón del mundo», aseguró Rubio, de 28 años, que tras la victoria del domingo contra Argentina dejó para la historia una imagen única, señalando con el dedo al cielo, por encima de la cúpula del Wukasong Sport Center de Pekín, en recuerdo de Tona, su madre, fallecida en mayo del 2016 a los 56 años, debido a un cáncer de pulmón y después de cuatro años de lucha.

Ricky, quien estuvo siempre muy unido a su madre y regresó de Estados Unidos para acompañarla las últimas semanas de vida, le prometió que iba a ayudar a los niños enfermos. El jugador, muy afectado por la pérdida, puso en marcha The Ricky Rubio Foundation, en la que está poniendo cuerpo y alma. Junto al Hospital Vall d’Hebron, también desarrolló una campaña contra el tabaco y las adicciones. Del mismo modo, ha ayudado económicamente a algunos participantes en los Juegos Special Olympics, además de otras iniciativas con jóvenes.

Ayer sábado en el Hospital Dexeus, el base de la selección y jugador los Phoenix Suns habló de ilusión, de esperanza y, por supuesto, de la victoria de la selección. Recordó que «desde el primer día» ha sentido «una fuerza interior» que le hizo «creer» que vencer el Mundial era una posibilidad real. Manifestó que estos días ha experimentado «muchas emociones» y que los jugadores se dieron cuenta real de lo logrado «al ver la reacción de la gente». «En Madrid las calles estaban llenas», ha recordado sobre el recibimiento al equipo. «Cuando recibí el trofeo de MVP [Jugador más valioso del Mundial] fue difícil asimilarlo todo: me detuve un momento para saborear todo lo que habíamos hecho», rememoró. Por su parte, Claver destacó que desde el inicio «las sensaciones dentro del equipo eran buenas», pero que aun así él no pensó en la final, si no en el recorrido «partido a partido».

Ricky Rubio: «Estoy seguro de que mi madre está más orgullosa de que haya inaugurado...