viernes. 19.04.2024

Luca es un niño de 12 años que jugaba al baloncesto en el Unión Esportiva Mataró, hasta que un día tuvo un doloroso calambre en el hombro izquierdo que derivó en un desmayo. Inmediatamente le llevaron al médico y las pruebas determinaron un panorama desolador: a un pulmón encharcado se unió la presencia de un linfoma linfoblástico T, un tipo de cáncer muy agresivo por el que lleva recibiendo tratamiento desde mayo de 2018.

En medio del traumático tratamiento conoció a Ricky Rubio. Para cualquier chico joven que empieza en el baloncesto, la figura de Rubio es casi legendaria, y el hoy jugador de Utah Jazz se convirtió en amigo de Luca, de quien se preocupó por saber cómo evolucionaba su enfermedad. A través de Lluís Escudero, entrenador de Luca y antes de Rubio, comenzaron a entablar una bonita amistad.

Esa amistad se plasmó en un detallazo que tuvo Ricky Rubio con Luca al invitarle a Nueva York a verle a un partido de la NBA. No eligió un mal día ya que el pequeño vio en directo una portentosa actuación del base de Utah Jazz,  ganando 116-137 a los Knicks, con 20 puntos y 9 asistencias del español.

La visita de Luca a Nueva York se hizo a través de la Fundación Ricky Rubio, dedicada desde 2016 a la ayuda a los enfermos de cáncer, una enfermedad que se llevó a su madre. L

La organización benéfica también está enfocada a proyectos de apoyo a niños de barrios vulnerables en Cataluña y Salt Lake City (Utah), mediante programas extraescolares donde trabajan con los valores del deporte, y a proyectos de inclusión de niños con y sin discapacidad intelectual.

Ahora la alegría ha vuelto al pequeño Luca por partida doble: Su ídolo Ricky Rubio ha estado pendiente en todo momento de la evolución de su cáncer y por otro lado ha conocido que ha superado la enfermedad.

Una bonita amistad llena de sensibilidad que a buen seguro ha llenado de fuerza al joven Luca.

Ricky Rubio celebra con su pequeño amigo Luca que haya superado el cáncer a los 12 años