martes. 16.04.2024

El Bernabéu se tiñó de blanco ayer en Madrid, para volver a recibir a su equipo en una nueva noche mágica de Europa, de las que les gusta a los aficionados del Real Madrid. La alineación de Ancelotti era la misma que en la ida, con un planteamiento similar con Valverde como falso carrilero para apoyar al centro del campo en la salida del balón. El plan estaba claro, pero en esta ocasión, el Chelsea sí se presentó al partido.

Y de que manera, pues la necesidad de marcar al menos dos goles para igualar la eliminatoria y 3 para remontarla sacaron al que era el actual campeón de Europa. Desde el inicio el Madrid intentaba salir con criterio desde atrás con el balón, especulando un poco con el resultado y esperando cual era la reacción del Chelsea, que presionaba como jabatos y disputaban todos los balones con un talento físico espectacular.

Kanté volvió a aparecer y ser uno de los mejores mediocentros defensivos del mundo, ganando todos los balones en los duelos, desesperando a un centro del campo del Madrid dormido, al que le costaba ganar balones. El Madrid estaba adormilado y el Chelsea golpearía primero con necesidad de pocos toques. Un pase entre los centrales habilitó a Mason Mount para que con un toque de calidad de pierna derecha pusiera el balón lejos de Courtois.

El 0-1 cayó en el público y los de Ancelotti como un jarro de agua fría que intentaban jugar a su juego pero el Chelsea dominaba el balón y las ofensivas. Se notó en intensidad atrás la baja de Militao por sanción y sobre todo, el peor partido de Mendy desde que viste de blanco. El lateral izquierdo tanto en salida de balón, como en acciones defensivas estaba negado, tuvo un muy mal día, y el Chelsea lo aprovechó, lanzando ataques continuamente por su banda.

La primera parte concluía con un Madrid que solo había visto puerta con un gran lanzamiento de falta por parte de Benzema, que Mendy pudo despejar gracias a su gran colocación. Todos los duelos eran perdidos por el Madrid que, le faltaba o un punto de intensidad en los balones divididos, o algo peor, les faltaba físico debido al cansancio acumulado por los hombres de confianza del técnico italiano merengue-

Ya en la segunda parte, un nuevo duelo perdido por el Madrid y otro centro más desde la izquierda provocó un disparo de Havertz que salió por línea de fondo sin tocar a ningún jugador blanco, entre un barullo de piernas. El arbitro decidió pitar córner, aún no habiendo tocado el balón ningún defensor blanco. La catástrofe llega cuando en el lanzamiento de dicho saque de esquina llega el segundo gol del Chelsea, por un cabezazo de Rudiger que, ante el bajito Nacho remató a placer.

El Madrid se vino abajo, no esperaba un segundo gol tan temprano que cambiará sus planes, hasta el punto de Ancelotti poner a calentar a varios hombres como Camavinga, Rodrygo y Marcelo. Este último un claro cambio para evitar que Mendy siguiese siendo un coladero por la banda izquierda, aunque aún le quedaba dar una última perla. En una nueva pérdida del lateral francés en salida de balón, el Chelsea lanzó la contra, Havertz abrió a banda a Marcos Alonso que, tras un rebote con Carvajal, disparaba una espectacular volea que entraba por la escuadra. Con el 0-3 el ruido del Bernabeu se silenció y pasó de cánticos a pitos.

Por suerte para los blancos, el balón golpeó en la mano del lateral español del Chelsea antes del disparo, suponiendo así que el gol no subiese al marcador, pero el aviso estaba ahí. Benzema la tuvo, siendo él, Vinicius, Módric y Valverde los únicos despiertos en el Real Madrid. Tras un gran centro del extremo brasileño, el delantero francés de moda mandó un cabezazo al larguero que casi pone las cosas mejor para el Madrid, que se iba despertando poco a poco.

Pero por desgracia para los blancos, aún quedaría mucho más tiempo de juego. Werner en una jugada antológica recortando hasta en dos ocasiones a defensores del Madrid dentro del área, tras una nueva contra del Chelsea, puso el 0-3, ante un Real Madrid roto que acababa de hacer los cambios y no se habían podido ajustar. Kroos salió enfadado del campo, mientras que Casemiro asumía que tenían que ir a por el partido ahora ya por detrás en la eliminatoria, reduciendo el número del centro del campo y poniendo a Rodrygo por banda.

El Chelsea dejó de atacar y se confió. Con tan solo 15 minutos por jugarse los blues ya daban por muerto al rey de Europa, pero el Real Madrid está acostumbrado a hacer la épica. Y Rodrygo, el de los goles en Champions, estaba sobre el campo. Los detalles son los que definen y diferencian al campeón del aspirante. El Real Madrid vio como el Chelsea se conformaba con el resultado, en lugar de hundirles la cabeza y bastó con dos buenas jugadas para recuperar la intensidad y apoyo del Bernabeu.

La magia estaba empezando a crearse, el Chelsea empezaba a no llegar a todos los balones, el Madrid sacaba bien el balón jugado después de 75 minutos sin prácticamente oler puerta. Y en esos instantes, si hablamos de magia, hablamos de Luka Módric. Con un espectacular centro con el exterior desde la banda izquierda, ponía un balón milimetrado a la espalda de Rudiger, para que Rodrygo, con gran calidad, la empalase con el interior y empatase la eliminatoria a 10 minutos del final.

El partido, tras algún intento más del Madrid se iba a la prórroga, con un Chelsea algo desmotivado por el golpe moral que supuso el gol de Rodrygo, ya que, más allá de esa acción y el remate al larguero de Benzema, habían sido totalmente superiores sobre el césped. Pero esto es la Champions y en la prórroga empezó un partido distinto. Fue cuando Kanté protagoniza el peor error de su carrera en el Chelsea, no entendiéndose con Loctus-Cheek en un balón largo que acaba en los pies de Vinicius, este levantó la cabeza y vio el desmarque de un Benzema ya lesionado, que con un nuevo cabezazo más, daba la victoria en la eliminatoria al Real Madrid.

El Chelsea no podía creérselo y tras el gol salió a atacar como no hizo y debió hacer en los últimos 15 minutos de los 90 reglamentarios. El Madrid, sabiendo que el Chelsea tenía que meter dos goles para remontar en 15 minutos de prórroga, se dedicó a defender y sacar balones del área, llegando en alguna contra hasta la frontal del área blue pero poco más. Allí fue cuando apareció Courtois una vez más, salvando un golazo de cabeza de los blues y con Carvajal de central, pues Nacho se había lesionado. 

A pesar de las continuadas intentonas, el Madrid fue capaz de aguantar el vendaval londinense y así, pasar a las semifinales de la UEFA Champions League, sus décimas semifinales en 12 años. Con una mala imagen durante gran parte del partido, pero con un sabor de boca final perfecto, en una nueva noche épica europea del Santiago Bernabeu, ahora a la espera de enfrentarse al Manchester City de Guardiola o al Atlético de Madrid del Cholo Simeone.

El Real Madrid obra el milagro y evita una histórica remontada en el Bernabéu