viernes. 19.04.2024

El Camp Nou presentaba claros huecos en el graderío, huecos vacíos de una afición que poco a poco pierde cada vez más la esperanza en el club culé, que no pudo pasar del empate ante un Alavés que va sumando puntos para alejarse de la zona de peligro. Sergi Barjuan se plantó en casa con la propuesta habitual de fútbol control y dominio de la posesión que se enseña en la cantera, pero con la misma efectividad de cuando Koeman estaba en el banquillo.

La alineación inicial del Barcelona no distaba mucho del pasado encuentro ante el Rayo Vallecano, con la inclusión de Gavi y Nico en el once, sumados a la titularidad de Mingueza de nuevo como lateral derecho. Mientras que el Alavés recuperaba hombres que venían de lesiones de larga duración como Ximo Navarro.

La primera parte fue un enfrentamiento parado, pero de un solo equipo. El Barcelona dominaba la posesión y generaba cierto peligro en el área del portero visitante, sin mucha efectividad como ya viene siendo norma en el club blaugrana. Los de Sergi Barjuan asediaron a lo largo de los 45 minutos del primer periodo la portería visitante, exigiendo mucho en ocasiones a Antonio Sivera, que sustituía a Pacheco.

El Alavés se dedicó a defender y mostraba carencias muy grandes a la hora de salir con el balón como cualquier equipo de tabla baja ha mostrado en liga. El partido se comenzó a interrumpir en muchas ocasiones y comenzaban los sustos. En la previa de Halloween los sustos no podían faltar pero, por desgracia, estos vinieron en forma de lesiones. Ximo Navarro fue el primero en caer, sintió molestas musculares que arrastraba de toda la semana y no dudó en pedir el cambio. Después fue Edgar Méndez que sintió que no podía continuar tras una estirada en defensa.

En ese momento llegó la imagen desoladora y que asustó a todo el Camp Nou y televidentes, en un salto tras centro al área del Barcelona, el Kun se dio un golpe en la cadera y cayó al suelo. El argentino no se movía y no era capaz de levantarse, pidiendo las asistencias médicas. El jugador argentino tuvo que abandonar el encuentro en ambulancia, debido a una fuerte presión en su pecho y pasó toda la noche ingresado para que los médicos pudieran hacer pruebas al jugador culé para descartar cualquier tipo de enfermedad del corazón o arritmia.

La primera parte finalizó con as tablas en el marcador y los equipos saltaban al campo por segunda vez con cierta tranquilidad. El Barcelona seguía buscando en su monólogo particular la puerta de Sivera que llevaba haciendo un gran partido todo el encuentro, hasta que apareció la genialidad de Depay. El holandés con un disparo imparable con rosca a la escuadra rompía el empate en el marcador y daba una alegría a los culés. Alegría que duraría más bien poco, pues tan solo tres minutos después tras un precioso taconazo de Joselu, Rioja regateó a Ter Stegen para empujar el esférico al fondo de las mallas.

La poca solidez defensiva del Barcelona era muy palpable, ante un Alavés que veía que a la contra podía hacer mucho daño a un inofensivo Barcelona. El encuentro continuó con algún contragolpe del Alavés que no llegó a nada debido a errores individuales o imprecisiones en los pases al montar el contrataque. Mientras que el Barcelona, que no aprovechó la gran cantidad de ocasiones de la primera parte atacaba como podía a los visitantes que se defendían con uñas y dientes al marcador.

Para terminar de asustar a la afición culé, Piqué tras una larga carrera también tuvo que abandonar el campo lesionado, siendo este ya una de las bajas confirmadas para el importantísimo partido de Champions League frente al Dynamo de Kiev, donde los culés se juegan el pase fuera de la fase de grupos o la eliminación de la competición. El estreno de Sergi Barjuan fue pobre y decepcionante, tal y como la actuación de sus jugadores. El Barcelona sigue sin levantar cabeza y se aleja poco a poco, más y más de los puestos a los que el club blaugrana acostumbra a estar.

Poco Juego y Muchos Sustos