El pasado fin de semana, Tarragona acogió la 2ª jornada de la Liga Nacional de la Real Federación Española de Karate de las categorías benjamín, alevín, infantil y juvenil. Un evento deportivo de gran envergadura que reunió a más de 1300 karatecas de todo el país. Los competidores, provenientes de muchos puntos de España, se disputaron el pase a la gran final que se celebrará el próximo mes de diciembre en la comunidad gallega.
Uno de los grandes destacados de la jornada fue Iván Fernández Gómez, joven karateca palmeño que logró alzarse con la medalla de bronce en la modalidad de kata, en la categoría benjamín (7 años). Fernández participó en cuatro importantes rondas, y consiguió el tercer puesto tras vencer a su rival del club ShotoKan Tora de Ávila, lo que le permitió subir al podio y sumar una medalla nacional más para el Club Kimé de César Martínez.
También en la modalidad de kata, la expedición del Club Kimé tuvo una destacada participación, aunque no consiguieron medalla. Paula Baños, en la categoría infantil, realizó una excelente actuación, avanzando hasta la cuarta ronda y eliminando a varias competidoras de nivel, pero no logró alcanzar el podio. De igual manera, los representantes juveniles del club, Adrián Martínez y el loreño Marcos Camino, realizaron tres rondas destacadas, aunque tampoco lograron subirse al cajón.
Por otro lado, en kumite, Daniel Pastor, Campeón de España 2023, realizó una gran demostración de nivel, ganando sus tres primeros combates con superioridad pero cayendo en el cuarto, no pudiendo optar a un merecido puesto en el podium de esta competición. Otros karatecas, medallistas nacionales en ediciones pasadas y con mucha experiencia, como Lucía Losada, Juan Trujillo y Ezequiel Parejo, compitieron a un alto nivel y dejaron una notable impresión en sus respectivas categorías.
Además, el evento fue una oportunidad para que jóvenes con gran proyección, como Emma Canovaca, Gonzalo Medina y Álvaro Trujillo, demostraran su potencial, luchando con garra y representando a su club con gran orgullo.
La jornada en Tarragona mostró el buen nivel del karate español, dejando claro el talento y la determinación de la nueva generación de deportistas.