Pablo Carreño se llevó la corona en el Masters 1000 de Montreal, donde, tras la temprana derrota en primera ronda de Alcaraz y el retiro de Nadal, era una de las únicas esperanzas del tenis español. El español se llevó el título al ganar en la final a Hubert Hurkacz por 3-6, 6-3 y 6-3, remontando para conseguir el primer Masters 1000 de su carrera.
El asturiano tuvo que ir asentándose en un partido donde Hurkacz comenzó dominando, y empezó más fuerte en el primer set. A Carreño se le notaba algo nervioso y menos suelto, pues este podía ser su primer título Masters 1000. El polaco marcó su propio ritmo de juego y se llevó con relativa facilidad el primer set, ante un Pablo Carreño que saldría más decidido en el segundo.
Los nervios del asturiano se quedaron en el primer set, no volvió a conceder bolas de break a su oponente, afianzando su saque y reduciendo los errores no forzados. Carreño subió su nivel de tenis, superando al polaco, que no había perdido ninguna de las finales que había jugado.
En el tercer y decisivo set, Carreño logró doblegar a su rival, consiguiendo un nuevo break poniendo el 5-3 en el marcador, y acercándole la victoria, que tras un buen juego, consiguió sentenciar el encuentro, llevándose la victoria en Canadá. El español celebró la victoria con su equipo mostrando una gran alegría. De esta manera, Carreño se unió a la lista de españoles con al menos un Masters 1000 en su palmarés.
