Rafa Nadal ha terminado el Campeonato Absoluto de Golf de Baleares en la cuarta posición, con un total de 146 golpes (+2), al dar este domingo una tarjeta con 74 golpes y tras haber liderado el torneo hasta el hoyo diez.
Nadal encabezó la clasificación provisional del torneo balear debido a un "birdie" en el hoyo 9, al empatar en la primera posición con Jaime Jaume. Esta situación terminó cuando el tenista hizo cinco "bogey" en la última parte del recorrido, mientras tanto Jaume, mantuvo el nivel, hasta que se proclamó ganador con 70 golpes.
En el hoyo 10 parecía que iba a llegar su triunfo después de realizar un "eagle" (dos golpes por debajo del par marcado), pero a partir de ahí todo se torció para sus intereses y fue encadenando error tras error, y con ello fuera de la lucha por el título.
Nadal presentó una tarjeta total con 146 golpes (72+74) en las dos jornadas del campeonato de Baleares, empatando en la cuarta plaza con Álvaro Roldós. Primero fue Jaime Jaume (141 golpes), segundo Víctor Mirón (143) y tercero Federico Páez (144).
Pese a todo, el mallorquín sigue estando entre los cinco primeros golfistas de las islas y cada año mejora su 'ránking'. En 2019 fue segundo tras Federico Páez, y bajó su hándicap tras la crisis sanitaria por el coronavirus de 1.5 a 0.5, situándose muy cerca de los profesionales del golf, según informa RTVE.
El tenista número dos del mundo está demostrando que el golf se le da muy bien y que es tan hábil empuñando una raqueta que un palo de golf. En las salidas del "green" rara vez falla con su "swing" y suele dejar la bola siempre en la calle; también muestra una habilidad especial en el medio juego y en las distancias cortas.
Nadal es un entusiasta del golf y lo demuestra cada año al patrocinar un torneo solidario en la localidad mallorquina de Son Servera, junto al golfista José María Olazábal.
Ambos lideran equipos de profesionales y aficionados con el objetivo de recaudar fondos en favor de diversas causas sociales, entre ellas, ayudas a los damnificados por las inundaciones del Llevant mallorquín en octubre de 2018 donde fallecieron 13 personas, y a la infancia vulnerable.
