Todos los futbolistas aspiran a competir en una competición europea, sin importar cuál sea. Es cierto que el máximo sueño para un profesional es ganar la Champions League a nivel de clubes, pero para un jugador más modesto, que ha tenido que esforzarse enormemente a lo largo de su carrera para optar a un título internacional, cualquier logro de este tipo es digno de celebrar. Llegar a la final ya es un éxito en sí mismo, como ha demostrado Quini, el cordobés de Fernán Núñez, que formó parte de la expedición del Olympiacos que disputó y ganó la final de la Conference League ante la Fiorentina.
Aunque la Conference League es considerada la tercera categoría del fútbol europeo, su importancia no debe subestimarse. Era una oportunidad significativa para ambos equipos, especialmente para la Fiorentina, que buscaba enviar un mensaje claro al resto del continente tras el éxito del Atalanta en la Europa League. La Fiorentina intentó más durante el partido, pero el Olympiacos resistió hasta llegar a la prórroga, momento en que Quini, el cordobés, entró en el juego. A partir de ahí, los griegos mostraron mayor solidez en ambas áreas y El Kaabi logró el gol decisivo que mantuvo el trofeo en Atenas.
Joaquín José Marín, conocido como Quini, se unió al Olympiacos el verano pasado tras ascender a Primera División con el Granada CF. Su carrera comenzó a los 22 años en la tercera categoría del fútbol español con el Lucena, donde su buen rendimiento le valió una oportunidad en el filial del Real Madrid. Después de dos temporadas, se trasladó al Rayo Vallecano, donde debutó en Primera División. Tras seis campañas consistentes con el Granada, Quini se aventuró a Grecia, donde ha tenido una temporada destacada que culminó con su participación en la final de la Conference League.